El trabajo con las selecciones jóvenes y adultas debe persistir, como también realizar un mayor número de torneos internacionales
Se acerca fin de año y ya empiezan los balances de una temporada en que se ha jugado sin cesar, tanto en varones como en damas. Mañana habrá un foro para evaluar el Preolímpico de Valdivia femenino y la opción de Chile de llegar en el futuro (2016 o 2020) a los Juegos Olímpicos.Una tarea difícil. Para muchos, imposible. La estatura, donde las mejores selecciones tienen 4 a 5 jugadoras sobre los dos metros, desequilibra los encuentros. Hay que perfeccionar otras facetas para igualarlas: ser más ágiles y rápidas, marcar a presión en toda la cancha, anticiparlas en forma permanente, anotar de tres puntos. También hay que hacer un trabajo fuerte desde la base. Los Sudamericanos Juvenil y Cadetes en Cuenca y Loja (Ecuador), y los Juegos del Alba (Venezuela) fueron malos para Chile. La selección nacional fue sexta en el Preolímpico, pero cumplió una actuación digna y esperanzadora por la juventud de sus integrantes.
Hay que mejorar las competencias, capacitar a los DT y sobre todo ARBITROS, jugar fuera del país y traer selecciones extranjeras. Por suerte, todo se intenta, aunque no en la medida necesaria. Se efectuó una liga nacional ADO a comienzos de año y ahora se juega una segunda. Competencias importantes hay sólo éstas y las de las universidades, que están desempeñando un rol importante y habrá que apoyarlas e incentivarlas para crear una liga poderosa. En varones la actividad tampoco cesa, pero los resultados no son del todo favorables. Los juveniles, que remataron quintos en el sudamericano e hicieron una gira a Estados Unidos, no pasaron del sexto lugar en el torneo Saludcoop en Colombia, que terminó hace pocos días.La selección adulta ilusionó en el cuadrangular jugado en Valparaíso, cuando ganó a Uruguay y Panamá.
Su participación en el "Encestando una Sonrisa" movió al aplauso cuando ganó dos veces a Atenas y derrotó también a Ben Hur. Las diferencias se han acortado, pero se mantiene la superioridad de los grandes de Sudamérica en estatura y contextura física, además de rebotes, conceptos tácticos y solidaridad en el juego. Asimismo, las defensas apremiantes, a las que no están acostumbrados los nacionales, hacen bajar los porcentajes de conversión y provocan faltas técnicas y pérdidas de balón. Esto habrá que corregirlo.
El trabajo con las selecciones jóvenes y adultas debe persistir, como también realizar un mayor número de torneos internacionales.
Mientras tanto, la Dimayor debe buscar todas las fórmulas para que ese torneo siga siendo el laboratorio del mejoramiento de nuestro básquetbol, introduciendo novedades en la competencia, como el aumento a un tercer extranjero, festival de estrellas, una interliga sudamericana y eventos permanentes con equipos argentinos. Y para terminar el año queda todavía la parte más importante de este torneo, los playoffs, donde ya están Valdivia, Universidad de Concepción, Liceo Mixto y Puente Alto, los tres primeros grandes favoritos, mientras que el campeón, Osorno, la UC, Ancud, Castro, Boston y Español esperan esta semana alcanzar ese preciado logro, aunque sólo cuatro más podrán acceder. "El trabajo con las selecciones jóvenes y adultas debe persistir".
Fuente: Diario El Mercurio
miércoles, 28 de noviembre de 2007
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