FERNANDA TAPIA SANTANDER PERSEVERANCIA Y FORTALEZA DE ANTOFAGASTA

Con sólo quince años de edad, esta jugadora de basquetbol antofagastina cuenta con una envidiable trayectoria deportiva. Sus logros y reconocimientos son los que hoy le permiten ser parte de la selección chilena de básquetbol

Por Delia Palma

Fernanda Tapia Santander, es una basquetbolista que mide un metro y ochenta centímetros, responsable, dedicada y esforzada, que pese a su corta edad dejó a su familia, amigos y colegio para comenzar a vivir en Santiago, gracias a una beca otorgada por la Federación de Básquetbol de Chile, para formar parte de la selección chilena.

La joven deportista empezó a interesarse en esta disciplina gracias a su padre, Rodrigo Tapia, quien con sus conocimientos en el básquetbol, comenzó a entrenar a su hija desde los once años. Fue así como Fernanda Tapia inició su práctica en la academia de básquetbol del Giant School, en donde participó en varios torneos intraescolares. Para seguir perfeccionando su entrenamiento, posteriormente ingreso al club Rencort Atlético, lugar en el cual obtuvo diversos reconocimientos.

Mientras Fernanda seguía entrenando, durante el verano de este año, la selección femenina adulta de básquetbol de Chile, llegó a nuestra ciudad, por una gira que se encontraban realizando. Durante los encuentros deportivos, el entrenador Cristian Santander invitó a Fernanda a entrenar con las seleccionadas, debido a las grandes habilidades y destrezas que posee la jugadora. Esta gran oportunidad llenó de orgullo y sueños, en ese entonces, a la joven deportista.

El haber participado con la selección, significó que las miradas de los asistentes y del entrenador estuvieran enfocadas en el desempeño de Fernanda, quien logró ser becada por la Federación de Básquetbol de Chile, durante dos años. Al recibir la noticia, la basquetbolista no dudo en aceptar la oportunidad de irse a vivir a Santiago, situación que la obligó a dejar su hogar y a su familia, para emprender un nuevo desafío deportivo.

FORTALEZA Y PERSEVERANCIA

La vida de un deportista requiere de sacrificios para obtener las metas anheladas. Por ello, Fernanda comprendió que irse a Santiago, si bien significaba dejar todo aquí en Antofagasta, era una gran oportunidad para su vida deportiva; así fue como, en marzo de este año, partió rumbo a la capital, siempre apoyada por su familia, quienes sabían que su hija debía emprender este cambio para poder surgir en el básquetbol.

Es por eso que su madre, Zahira Santander, siempre ha estado preocupada por la carrera deportiva de su hija mayor, apoyándola e incentivándola a tomar la difícil decisión de emprender un nuevo rumbo. Desde esa oportunidad han transcurrido cinco meses, tiempo en el cual Fernanda ha demostrado su temple, acostumbrándose a asistir a un nuevo colegio y recibiendo un gran entrenamiento. Estas experiencias le han permitido madurar y concentrarse en sus metas, que por ahora están enfocadas en el próximo sudamericano que se disputará en Paraguay, durante noviembre.

Con proyectos claros y ambiciosos para su corta edad, Fernanda tiene pensado llegar a ser parte de la selección adulta y, más adelante, le gustaría jugar en España, debido que allí se encuentran las mejores ligas del mundo. Profesionalmente, le agradaría estudiar algo que esté relacionado con el deporte, como por ejemplo, la carrera de kinesiología o de educación física.

¿Cómo fue el proceso para obtener la beca?

Todo empezó en el nacional de básquetbol disputado en Osorno. En esa oportunidad me estuvieron observando integrantes de la Federación de Básquetbol de Chile, después de eso me llamaron a la preselección y me invitaron a entrenar por primera vez por la sub-17. En ese entonces yo era la más pequeña en edad y gracias a esa oportunidad me volvieron a llamar para formar parte, esta vez, de la categoría sub- 15.

Pasaron los meses y gracias a que me empecé hacer más conocida en la disciplina deportiva, el presidente de la federación, se comunicó con mi madre y le propuso la opción de que me fuera a vivir a Santiago, porque me había ganado una beca por dos años, para formar parte de la selección chilena de básquetbol.

Todo esto sucedió en marzo de este año, de eso han pasado ya casi seis meses, en los cuales me he estado preparando para ser una de las doce seleccionadas que participarán en el Sudamericano de Paraguay. Hasta el momento, la federación se ha portado un siete conmigo, y me ha ayudado a salir adelante, por eso estoy súper agradecida, por la oportunidad que me han brindado, la cual no voy a desaprovechar.
Si bien al principio me costó mucho el cambio, porque no estaba acostumbrada a estar lejos de mi familia, he logrado salir adelante y concentrarme en las metas que quiero cumplir dentro de la selección.

¿Cómo reaccionó tu familia al saber que debías viajar a Santiago?

Mis padres siempre me han apoyado, en todos los procesos deportivos que he debido enfrentar. Si bien al principio me costó mucho el cambio, porque no estaba acostumbrada a estar lejos de mi familia, he logrado salir adelante y concentrarme en las metas que quiero cumplir dentro de la selección y como jugadora de básquetbol en el futuro. Si no tomaba la beca iba a perder una gran oportunidad, porque el nivel de entrenamiento y rendimiento es muy distinto; no es lo mismo lo que yo entrenaba en Antofagasta a lo que realizo hoy en Santiago.

Además, mi familia está súper orgullosa de lo que estoy haciendo, incluso, mi hermana menor también se encuentra practicando básquetbol en el colegio. Es que el deporte ha estado ligado a nosotras desde hace tiempo; yo antes de empezar a entrenar básquetbol, jugué voleibol.Mi madre siempre ha estado presente en mi vida como deportista, acompañándome desde mis inicios a todos los torneos interescolares en los cuales participé. Mientras que mi padre ha estado conmigo en mi formación de basquetbolista, entrenándome y enseñándome diferentes jugadas, ya que él también practicó este deporte.

¿Cómo logras complementar el básquetbol con los estudios?

Es difícil, porque para asistir a los entrenamientos debo retirarme una hora antes de que finalicen las clases en el colegio, esto debido a que el trayecto que debo recorrer es bastante largo, porque el lugar donde entrenamos se encuentra muy lejos de donde estudio. Lo bueno es que en el colegio me apoyan harto y saben de mi situación. Con respecto a las pruebas y trabajos, debo ser responsable y organizada, por lo que estudio con más de una semana de anticipación, para así cumplir bien, tanto en el colegio como en los entrenamientos. Lo positivo de jugar básquetbol es que me desestreso totalmente y me enfoco ciento por ciento en las jugadas; con esto quiero decir que si bien debo hacer grandes sacrificios, estos valen la pena porque estoy practicando lo que más me gusta y, además, aquí se apoya harto a los deportistas.

Hasta el momento he tenido un buen nivel, tanto así que dos clubes me han ofrecido ser parte de sus filas, pero el objetivo de la federación, en estos momentos, es poder formar un club con sus propias jugadoras, en donde participaríamos quienes nos encontramos en la selección.
En el aspecto físico y de entrenamiento me falta mucho por aprender y la idea es perfeccionarme cada vez más en el básquetbol.

¿Cuáles son tus metas?

Como basquetbolista, mi meta más próxima es ser parte de la selección definitiva en donde escogerán a doce jugadoras para participar en el Sudamericano de Paraguay, que se disputará en noviembre de este año.

En el aspecto físico y de entrenamiento me falta mucho por aprender y la idea es perfeccionarme cada vez más en el básquetbol, asistiendo a diario a las prácticas, siguiendo una dieta sana y mejorando mis jugadas.Para más adelante me gustaría seguir en la selección adulta de básquetbol; otro anhelo que quiero alcanzar es poder vivir en España, debido a que allí se concentran las mejores ligas de básquetbol del mundo.

En el aspecto académico, tengo pensado estudiar algo que se relacione con el deporte, por eso mis dos opciones por el momento son la carrera de kinesiología o educación física.

fuente:tell.cl