FIBA Américas, que representa a la Federación Internacional de Básquetbol en el continente americano, decidió desafiliar a la Consubasquet, que es el ente que alberga a la Zona Sudamericana de la organización, dejando sólo vigentes la Zona Norte y la Zona Centroamericana y del Caribe.Es decir, le quitó el reconocimiento a la entidad que agrupa a 10 países de Sudamérica (desde 1922), junto con aplicarle una multa de 50 mil dólares. De paso, anuló el torneo sub 15, que ganó Argentina y que era clasificatorio para el Premundial.
Junto con ello, reprendió a la mesa ejecutiva y resolvió tomar a su cargo, a través del secretario Alberto García, la dirección y la administración de todos sus torneos internacionales. Lo que se llama un verdadero "Supremazo".
El lío tiene su explicación y, para variar, se trata de un asunto económico y de poder. En el medio se conoce como la "Guerra de las pelotas" y, se rumorea, hay intereses personales de por medio. FIBA Américas tiene un contrato de auspicio con la empresa Molten, la que además le proporciona una cantidad de balones. Según Consubasquet, como éstos no le llegaban en la cantidad necesaria, decidieron suscribir un convenio con "Golty", empresa colombiano-venezolana, y se jugó un sudamericano femenino con esa pelota. FIBA Américas los amonestó por el incumplimiento, y les advirtió que habría sanciones.
En el sudamericano de Puerto Montt, Chile se negó a jugar con Golty, pero en el sub 15 jugado en Venezuela sí se usó esta pelota. Ese fue el detonante y el pretexto para aplicar tan duro castigo, sin escuchar a los afectados.
Pero, además de los balones, el asunto es de poder. Carmelo Cortés, venezolano, presidente de Consubasquet, estaba apareciendo como serio candidato para desbancar de sus cargos a los directivos de FIBA Américas, y éstos le pasaron la cuenta.
Puede haber una guerra dirigencial -con perjuicio, desgraciadamente, para los deportistas-, ya que los países de Sudamérica están alineados para hacer un frente común y reclamar a la FIBA, pero ya aparecieron algunos disidentes, que prefieren entregar la cabeza de Cortés para obtener la reafiliación.
Mientras no se resuelva este diferendo, que puede demorar, hay incertidumbre por el éxito del Sudamericano de Clubes Campeones y la Liga de las Américas.
FIBA Américas ya está promoviendo este último torneo, y fijó la fecha de inicio en diciembre próximo, bajando su atractivo, pues no tendrá equipos de Estados Unidos. Se dice, en todo caso, que aumentará el número de participantes, lo que abre opción para que Chile pueda tener dos clubes. Además de la U. de Concepción, que ganó su derecho en el Súper 4 del fin de semana, podría incluirse a Castro, que fue segundo, aun cuando Liceo, como participante el año pasado en esa liga y campeón vigente de Dimayor, reclama su derecho.
Finalmente, se aprobó excluir a Estados Unidos como participante de los premundiales masculino y femenino, por haber ganado el derecho a acudir al mundial como campeón olímpico. Pero nada se dice del reemplazante. Chile dice haber sido elegido -de lo que no hay constancia- por ser cuarto en el sudamericano femenino, pero ese cupo también lo disputa República Dominicana, tercero en el Centrobasket.
Además de los balones, el asunto es de poder. Puede haber una guerra dirigencial, con perjuicio, desgraciadamente, para los deportistas.
Por Juan Aguad
Fuente: Diario El Mercurio
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