
Juan Oliva y Héctor Opazo
En la Universidad de Concepción había preocupación por la sobrecarga de partidos a los que el equipo se sometería en los próximos nueve días: además de su serie de semifinales contra Boston College (cuyos dos primeros partidos se juegan mañana y el domingo), el lunes viajará a Mar del Plata para competir entre el 16 y 18 de diciembre en la segunda versión de la Liga de las Américas frente a Regatas Corrientes (Argentina), Biguá (Uruguay) y Peñarol (Argentina).
Por eso, los auriazules le pidieron a la Comisión Técnica de la Dimayor que postergara los juegos 3 y 4 ante las "Águilas", previstos originalmente para el 20 y el 21 de diciembre. "A Liceo Mixto le dieron diez días para jugar la final en el Súper 4", argumentó Sergio Montoya, integrante del cuerpo técnico de los sureños.
La Liga acogió la solicitud del cuadro del Campanil y fijó los duelos para el 27 y 28 diciembre, algo que no cayó para nada bien en las huestes de Boston College.
Su presidente, Francisco Martínez, incluso amenazó con no presentar a su equipo mañana. "No me llamaron ni siquiera para pedirme la opinión. Me siento pisoteado, no tengo ganas de mandar al equipo a Concepción, y así ellos (U. de Concepción) van más descansados a jugar a Argentina", ironizó.
El dirigente calificó la medida como "una falta de respeto, porque tenemos entradas vendidas, un convenio de VTR para transmitir por televisión y todo eso se va a la chuña".
Ajeno a la discusión, el DT penquista, Jorge Luis Álvarez, prefiere concentrarse en los desafíos que comienzan mañana: "Nuestra primera meta es ganar los partidos del fin de semana. Después nos preocuparemos de lo que pase en Mar del Plata. Boston College es el plantel más completo del torneo, porque tiene 12 jugadores de nivel profesional. Estamos lidiando con lo más difícil que nos podía tocar", dijo.
fuente: elmercurio.com
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