En la Dimayor, el Domani y en la Liga de las Américas, para bien o para mal, los DT tuvieron un rol clave.
En el playoff final de la Dimayor, que juegan Boston y Liceo, los dos partidos disputados el fin de semana en Maipú fueron a "muerte". Desde luego, de mejor calidad técnica que los dos primeros en San Felipe, que ganaron los andinos.
Liceo tiene mejores pivotes: Garnett, Kiganya y Briones, quienes además de hacer puntos, ganan rebotes y provocan faltas al rival. Es su fuerte y por si fuera poco tienen a Hermosilla, a quien prácticamente no ocupan. Todos sobre los 2 metros, y corpulentos. Ellos fueron el punto alto y abrieron espacios para que Lee, Espinoza, Lara, Lino y Patrick Sáez anotaran con facilidad en casa.
Y ya cantaban victoria para los dos partidos en Maipú. Pero Carlos Álvarez, el DT de Boston College, encontró el antídoto y se la jugó, ahora más descansados. Con defensa zonal activa y refugiado bajo su cesto, con Valencia, Arroyo (sus mejores actuaciones), Puckett o Costa, detuvo a los gigantes andinos, sin importarle que Lee, Lara y Lino Sáez anotaran desde atrás. Además, los maipucinos ganaron en rebotes y contraatacaron sin cesar, mostrando lenta a la defensa rival. Y si no fuera suficiente, asomó una excelente puntería: 54% y 62% de conversión en cada encuentro, entre ellos 10 y 8 triples, con Chapman y Puckett inspirados. Por si fuera poco, contaron con Erik Carrasco a plenitud. El base manejó a su equipo y los partidos, anotando 30 en el primero y 16 en el segundo, lanzando desde el perímetro y penetrando bajo el cesto. Fue decisivo.
El DT de Liceo, Pablo Ares, no supo encontrar la fórmula para equilibrar. En el segundo apeló a marcar a presión en toda la cancha y a mostrar rudeza desde el inicio (la instrucción fue "duro, duro"), aprovechando débiles cobros referiles. Lino Sáez detuvo a pechazos y con las manos abiertas, impidiendo correr a Chapman. Así detiene hasta a Kobe Bryant... Pero no bastó. Cuando Lara y Patrick convertían triples o habilitaban a los grandotes, Liceo se acercaba, pero duró poco.
La lección seguramente la aprendió y esta noche tiene que dejar la serie a su favor. De lo contrario, Boston quedaría listo para definir la corona el sábado en casa.
Mientras los adultos perdían en Maipú, los menores de 18 años de Liceo, dirigidos por Claudio Jorquera, haciendo defensa zonal y con los importantes refuerzos de Franco Morales, su mejor valor, y Edgard Oyarzo, más los buenos aportes de José Cornejo y Matías Abarca, ganaban el Domani en un Stadio Italiano lleno. Los aconcagüinos impidieron que la UC (sin refuerzos) sumara otro título. Los buenos desempeños de Fernando Schuler, Christofer Paredes y Nicolás Salvo fueron insuficientes.
La calidad individual y colectiva escaseó en la 36a versión. Puerto Varas fue la única sorpresa. Osvén Ledesma (U de Conce) se lució con sus dos metros, pero sin mostrar avances desde el anterior torneo y eso que estuvo medio año jugando en Estados Unidos. Poca voluntad del jugador y descuido de los DT. Mejor jugó Esteban Toledo. También Nicolás Ulloa, de Llanquihue, reforzando a la U, elegido el de mayor calidad técnica, pese a empinarse apenas sobre 1,70 metro. Alex y Matías Sepúlveda (otro de Llanquihue) y Sebastián Suárez, acreditaron progresos.
Un DT que escuchó, aunque tarde, fue el de Castro. Su equipo, que inicia hoy su debut en la Liga de las Américas, mejoró su plantel. Además de cambiar los tres extranjeros, tendrá los refuerzos de Leonel Méndez y Pablo Ayala. Es difícil que gane ante el poderío de sus rivales (Libertad, Universo y Flamengo) y la escasa preparación. Sólo es de esperar que cumpla decorosamente.
Por Juan Aguad
En el playoff final de la Dimayor, que juegan Boston y Liceo, los dos partidos disputados el fin de semana en Maipú fueron a "muerte". Desde luego, de mejor calidad técnica que los dos primeros en San Felipe, que ganaron los andinos.
Liceo tiene mejores pivotes: Garnett, Kiganya y Briones, quienes además de hacer puntos, ganan rebotes y provocan faltas al rival. Es su fuerte y por si fuera poco tienen a Hermosilla, a quien prácticamente no ocupan. Todos sobre los 2 metros, y corpulentos. Ellos fueron el punto alto y abrieron espacios para que Lee, Espinoza, Lara, Lino y Patrick Sáez anotaran con facilidad en casa.
Y ya cantaban victoria para los dos partidos en Maipú. Pero Carlos Álvarez, el DT de Boston College, encontró el antídoto y se la jugó, ahora más descansados. Con defensa zonal activa y refugiado bajo su cesto, con Valencia, Arroyo (sus mejores actuaciones), Puckett o Costa, detuvo a los gigantes andinos, sin importarle que Lee, Lara y Lino Sáez anotaran desde atrás. Además, los maipucinos ganaron en rebotes y contraatacaron sin cesar, mostrando lenta a la defensa rival. Y si no fuera suficiente, asomó una excelente puntería: 54% y 62% de conversión en cada encuentro, entre ellos 10 y 8 triples, con Chapman y Puckett inspirados. Por si fuera poco, contaron con Erik Carrasco a plenitud. El base manejó a su equipo y los partidos, anotando 30 en el primero y 16 en el segundo, lanzando desde el perímetro y penetrando bajo el cesto. Fue decisivo.
El DT de Liceo, Pablo Ares, no supo encontrar la fórmula para equilibrar. En el segundo apeló a marcar a presión en toda la cancha y a mostrar rudeza desde el inicio (la instrucción fue "duro, duro"), aprovechando débiles cobros referiles. Lino Sáez detuvo a pechazos y con las manos abiertas, impidiendo correr a Chapman. Así detiene hasta a Kobe Bryant... Pero no bastó. Cuando Lara y Patrick convertían triples o habilitaban a los grandotes, Liceo se acercaba, pero duró poco.
La lección seguramente la aprendió y esta noche tiene que dejar la serie a su favor. De lo contrario, Boston quedaría listo para definir la corona el sábado en casa.
Mientras los adultos perdían en Maipú, los menores de 18 años de Liceo, dirigidos por Claudio Jorquera, haciendo defensa zonal y con los importantes refuerzos de Franco Morales, su mejor valor, y Edgard Oyarzo, más los buenos aportes de José Cornejo y Matías Abarca, ganaban el Domani en un Stadio Italiano lleno. Los aconcagüinos impidieron que la UC (sin refuerzos) sumara otro título. Los buenos desempeños de Fernando Schuler, Christofer Paredes y Nicolás Salvo fueron insuficientes.
La calidad individual y colectiva escaseó en la 36a versión. Puerto Varas fue la única sorpresa. Osvén Ledesma (U de Conce) se lució con sus dos metros, pero sin mostrar avances desde el anterior torneo y eso que estuvo medio año jugando en Estados Unidos. Poca voluntad del jugador y descuido de los DT. Mejor jugó Esteban Toledo. También Nicolás Ulloa, de Llanquihue, reforzando a la U, elegido el de mayor calidad técnica, pese a empinarse apenas sobre 1,70 metro. Alex y Matías Sepúlveda (otro de Llanquihue) y Sebastián Suárez, acreditaron progresos.
Un DT que escuchó, aunque tarde, fue el de Castro. Su equipo, que inicia hoy su debut en la Liga de las Américas, mejoró su plantel. Además de cambiar los tres extranjeros, tendrá los refuerzos de Leonel Méndez y Pablo Ayala. Es difícil que gane ante el poderío de sus rivales (Libertad, Universo y Flamengo) y la escasa preparación. Sólo es de esperar que cumpla decorosamente.
Por Juan Aguad
Fuente: Diario El Mercurio
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