BOSTON COLLEGE DEVUELVEN EL GOLPE

Boston College venció por 111-98 a Liceo Mixto
Con un sólido Erik Carrasco, las "Águilas" sorprendieron al campeón y lo derrotaron por primera vez en los playoffs de la Dimayor. "Los hicimos callar", dijo Jorge Valencia. La final quedó 2-1.
Dos momentos de ilusión alcanzó a tener Liceo Mixto en la tercera final de la Dimayor. Uno, al comienzo del tercer cuarto, cuando consiguió una racha de 13-1 que lo dejó apenas a diez puntos de Boston College. Dos, cuando con sus dos juveniles en cancha volvió a ponerse a diez unidades y obligó a que los titulares de las "Águilas" volvieran al parquet.
Todo el resto del duelo fue para el anfitrión. Con un sobresaliente trabajo de Erik Carrasco y la "mano caliente" de Joe Chapman (anotó cuatro triples), sacó diferencias que anularon cualquier posible reacción de los aconcagüinos, que terminaron ofuscados con un arbitraje algo localista.
La receta fue sencilla: limitar a las principales armas de ataque de los campeones. Borraron a Chris Garnett, evitaron los triples de Rodrigo Espinoza y Patrick Sáez (el base cuajó una noche horrible) y sólo se les escapó -a ratos- Patricio Briones.
La serie sigue caliente. Varios altercados y muchas recriminaciones sazonaron el partido. Y Jorge Valencia, poste las "Águilas", lo resumió al final: "Los hicimos callar. A Patrick Sáez le encanta hablar y le falta humildad".
De todas formas, la ventaja sigue siendo para Liceo, que domina la serie por 2-1 y que, si repite la faena de los dos primeros partidos en San Felipe, conservará su favoritismo. Tiene una banca más larga (Claudio Gallardo y Claudio Naranjo lo probaron anoche) y sus extranjeros funcionan mejor en equipo. Boston, en cambio, posee muy definidos a sus hombres de ataque. Anoche falló B.J. Puckett, pero les alcanzó con Carrasco, Chapman y una fiera defensa. Pero si el quinteto de Pablo Ares aceita mejor su marcación zonal, igual puede ponerlo en problemas.
La serie prosigue hoy, nuevamente en Maipú y con los locales aún con la presión de validar su ventaja de campo para seguir soñando con su primera corona.

Por Héctor Opazo

Fuente: Diario El Mercurio