Por sólo once puntos de diferencia la UC cayó nuevamente como local ante los nortinosl. En un duelo apretado, en el que incluso el marcador favoreció al cuadro cruzado durante el tercer cuarto, los visitantes lograron imponerse por 98 - 87.
El cuadro cruzado entraba a la cancha con otra actitud. A pesar de venir de perder el día anterior contra la misma escuadra a la que se estaban enfrentando ayer en el estadio Palestino, ya conocían al rival y eso lo veían como una ventaja.
El cuadro cruzado entraba a la cancha con otra actitud. A pesar de venir de perder el día anterior contra la misma escuadra a la que se estaban enfrentando ayer en el estadio Palestino, ya conocían al rival y eso lo veían como una ventaja.
Pero a pesar de sus correcciones en marcas y lanzamientos, los visitantes comenzaron imponiéndose desde el principio. 22-16 terminaba el primer cuarto. Y esta diferencia se mantuvo durante el segundo cuarto, seis puntos que los cruzados veían más cerca que lejos de poder superar.
De esta manera entraron al tercer cuarto. Con un jugo mucho más dinámico, manejado principalmente por Diego Valenzuela quien con su velocidad y juego explosivo ayudó a que la UC dominara la cancha e incluso diera vuelta por algunos minutos el marcador, 62 – 61 terminaba el tercer cuarto – favorable para Antofagasta Sokol - y dejaba abierta la esperanza de los cruzados para quedarse con el partido.
Pero durante el último cuarto vino la arremetida antofagastina y un descontrol cruzado por tener el balón, lo que les hizo cometer faltas innecesarias y nuevamente distanciarse en el marcador y caer finalmente por 98 – 87.
“Esperaba mucho más para este partido, en el primer encuentro nos faltaron afinar detalles pero en el segundo logramos jugar como equipo. En el primer encuentro vimos los problemas que teníamos, intentamos arreglarlo pero en el último cuarto no nos dio para más. Tenemos que afinar más nuestra defensa y esperamos seguir avanzando. Pasa por una cosa de actitud, y nosotros fallamos en el último cuarto” dijo Diego Valenzuela jugador de la UC.
Estadísticas (Dimayor.cl)
U. Católica (87): Francisco Torres 6, Felipe Contreras 7, Jorge Schuler 18, John Anthony Huggins 26, Christian Díaz 2 - formación inicial - Osven Ledezma 8, Jorge Odeh 4, Diego Valenzuela 16. Entrenador: Miguel Ureta Concha.
Antofagasta Sokol (98): Elías López 18, Diego Silva 8, Michael Smith 27, Pedro Sands 11, Xavier Keeling 24 - formación inicial - Fabián Muñoz 2, Diego Aguirre 0, Diego Urrutia 6, Rodrigo de la Rivera 2. Entrenador: Claudio Cárcamo.
De esta manera entraron al tercer cuarto. Con un jugo mucho más dinámico, manejado principalmente por Diego Valenzuela quien con su velocidad y juego explosivo ayudó a que la UC dominara la cancha e incluso diera vuelta por algunos minutos el marcador, 62 – 61 terminaba el tercer cuarto – favorable para Antofagasta Sokol - y dejaba abierta la esperanza de los cruzados para quedarse con el partido.
Pero durante el último cuarto vino la arremetida antofagastina y un descontrol cruzado por tener el balón, lo que les hizo cometer faltas innecesarias y nuevamente distanciarse en el marcador y caer finalmente por 98 – 87.
“Esperaba mucho más para este partido, en el primer encuentro nos faltaron afinar detalles pero en el segundo logramos jugar como equipo. En el primer encuentro vimos los problemas que teníamos, intentamos arreglarlo pero en el último cuarto no nos dio para más. Tenemos que afinar más nuestra defensa y esperamos seguir avanzando. Pasa por una cosa de actitud, y nosotros fallamos en el último cuarto” dijo Diego Valenzuela jugador de la UC.
Estadísticas (Dimayor.cl)
U. Católica (87): Francisco Torres 6, Felipe Contreras 7, Jorge Schuler 18, John Anthony Huggins 26, Christian Díaz 2 - formación inicial - Osven Ledezma 8, Jorge Odeh 4, Diego Valenzuela 16. Entrenador: Miguel Ureta Concha.
Antofagasta Sokol (98): Elías López 18, Diego Silva 8, Michael Smith 27, Pedro Sands 11, Xavier Keeling 24 - formación inicial - Fabián Muñoz 2, Diego Aguirre 0, Diego Urrutia 6, Rodrigo de la Rivera 2. Entrenador: Claudio Cárcamo.
Fuente: LaCatolica.cl
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