Evandro Arteaga (33) es nacido y criado en la ciudad de Concepción. Su núcleo familiar está compuesto por su padre Santiago Arteaga, su madre Viviana Fuentes y su hermano mayor Daniel Arteaga. Actualmente el "artillero" del básquetbol chileno está soltero, pero pololeando.
Al joven le picó el "bichito" de jugar básquet a los 9 años, cuando su papá formó una escuela en el barrio donde vivían, consiguiéndose una cancha. Los comenzó a entrenar con varios amigos, allí dio sus primero pasos por esta disciplina. Luego, el penquista jugó por su colegio, el Instituto de Humanidades de Concepción, y para más tarde ir el Deportivo Huachipato. En este último club realizó sus primeros partidos oficiales.
DIMAYOR
Más tarde llega al mítico Petrox donde estuvo cuatro años disputando sus primeros cotejos en la Dimayor. Finalmente, recala en la Universidad de Concepción donde permaneció por más de 14 temporadas. Y este año dio un giro en su carrera llegando a Colo Colo en el primer semestre y finalmente para anclar en Ancud, donde permanece actualmente.
"Empecé jugando de base, después los entrenadores vieron mi capacidad de gol y me trasladaron a la posición de escolta que es donde me he desempeñado hasta el día de hoy", dice de entrada Evandro Arteaga.
-Varios, es que en Chile se juegan varias ligas en el primer y segundo semestre. Me acuerdo que en la Universidad de Concepción ganamos dos Dimayor apertura, un Dimayor clausura, tuve cuatro títulos universitarios, dos Libcentro, dos Copa Chile, en realidad son varios títulos.
-Más que nada es trabajo, son años de entrenamientos, de lanzar, hacer penetración, entrenar movimientos al aro y aspectos defensivos. Son años de trabajo, pareciera que uno no mira el aro pero siempre lo tiene entre ceja y ceja. Reitero son años de trabajo y de mucho entrenamiento, no hay secreto, solo trabajo. Yo mido 1,78 (metros) y hago lectura del juego, entrenó físicamente, trato de ver el juego, las debilidades del rival y sus fortalezas para tratar de disminuirlas, y todo esto se hace con trabajo táctico, técnico y sicológico.
-Hasta el momento no me había tocado, siempre había estado en Concepción y fue un cambio de vida drástico ya que no sabía lo que era, pero fue un cambio que lo asumí bastante bien, a pesar de que tienes que alejarte de tu familia, de tus amigos, gente que ha sido parte de tu vida y alejarme fue una decisión que la tomé y hasta el momento ha salido todo bien.
Con Colo Colo salimos campeones de Chile... contento porque dio sus frutos y ahora en Ancud es súper interesante. Estoy tratando de aclimatarme lo más rápido posible, he congeniado lo más bien con todo el equipo y hay una buena química, pienso que son buenas decisiones y vamos a hacer lo mejor posible para tener los mejores resultados con Ancud.
-Lo más fácil, es que la gente es muy es muy cariñosa, me ha demostrado mucho cariño y eso me ha hecho sentirme muy cómodo acá y yo también a través de mi juego y con mi trabajo día a día también quiero retribuir este cariño a la gente. Lo más difícil, un poquito ha sido el frío, bueno Chile en general en invierno es helado y me estoy acostumbrando de a poquito, pero son detalles, con el cariño de la gente pasa a segundo plano.
TRIPLERO
(Ríe) Bueno es un record en una liga profesional de Chile y sí me acuerdo, lo hice en esta cancha el año pasado (jugando por Universidad de Concepción) fue en tres alargues. En serie menores había hecho algo similar un par de veces cuando era juvenil y jugaba por mi colegio o en la sub 22, pero a nivel profesional este ha sido el record.
-Esta cancha es super especial porque la gente vive el básquetbol, entonces hacer acá y convertir un triple el cariño de la gente se manifiesta en cada uno de estos triples, explota el gimnasio es muy lindo es muy distinto a los otros triples que he hecho en otras canchas.
-Mira cómo se vive el básquetbol acá, apasionante, la cantidad de personas que lo juegan en Ancud se podría decir que sí. Pero hay muchas otras ciudades donde ellos se autodenominan la capital de básquetbol chileno, a la ciudad que uno va se dan ese nombre. Yo creo que nuestro deporte es muy bonito, hay una familia en Chile que es del básquetbol y todos debemos potenciar eso.
Creo que no hay que creerse superiores a nadie, ni inferior que nadie, pues somos toda una familia del básquetbol. Por lo que yo me he dado cuenta, acá se podría decir que Ancud esa una ciudad muy basquetbolizada, yo no quiero poner nombre de nada a ninguna ciudad, pero aquí muchas personas juegan, me he dado cuenta que hay campeonatos internos, laborales, de todo, no sé si habrá una ciudad más en porcentaje que juegue más básquetbol que Ancud, creo que el porcentaje que juega es mayor que en cualquier ciudad de Chile.
Lo que yo prometo a Ancud y lo hago desde siempre es que vamos a dar todo dentro de la cancha. Que el equipo va a salir a cada uno de los partidos a jugar para ganar los encuentros. En cuanto a resultados eso puede ir variando, porque uno juega contra otros equipos que también juegan y hacen su trabajo y son profesionales igual que nosotros, a veces por detalles se define un partido.
Vamos a darlo todo, el equipo va en buen pie ya que hemos hecho un buen trabajo, la liga esta súper competitiva y pareja. Prometo entrega, esfuerzo y a la gente el compromiso es trabajar día a día en doble turno, hacer un entrenamiento invisible que consiste en los descansos y la alimentación. Con la carrera que he tenido y la experiencia que tengo, no hay que adelantarse a las cosas, ni hay que decir vamos a llegar a los playoffs o a la final, sino que ir pensando partido a partido y vas logrando los objetivos que te trazaste.
-A los chicos siempre les digo que se aferren a sus sueños, que lo que ellos quieren lograr lo hagan y luchen día a día, porque el básquetbol aparte de ser un deporte hermoso te da muchas oportunidades de vida, muchas amistades, te enseña valores que no son fáciles de aprender en cualquier parte.
El deporte en sí te enseña la tolerancia, superar frustraciones, superarte cada día y te da mucha fortaleza. A los chicos les digo que luchen por sus sueños, cuando tenía la edad de 9 años y hasta los 12 había entrenadores que iban a hablar con mis papás y le decían que yo no dedicara tanto tiempo al básquetbol porque no iba llegar a ningún lado, que no iba a lograr nada.
Si no hubiera tenido una familia, una mamá y un papá que creyeran y me apoyaran, quizás no habría logrado lo que he logrado hasta ahora.
El básquetbol me ha dado muchas satisfacciones, me dio mi carrera universitaria soy ingeniero comercial, muchos triunfos, una calidad de vida súper buena, he conocido gente muy linda y si mi familia no hubiera creído en mí, no lo hubiese logrado por este medio.
Así que a los chicos les digo que nadie les frustre sus sueños y lo que quieran conseguir con trabajo y perseverancia lo van a lograr.
Por Nelson Soto
Diario La Estrella de Chiloé
No hay comentarios:
Publicar un comentario