El base dice que el triunfo en la Copa Carranza fue un golpe anímico gigante en la ruta a Puerto Montt. "Pero no podemos confiarnos", añade.
Alegría, pero contenida. La selección chilena de básquetbol quedó feliz tras su título en la Copa Carranza de Valparaíso (en la que vencieron a Brasil y Uruguay), pero mantienen la mesura, considerando que la próxima semana el Sudamericano brindará otro escenario
"Ganarle a Brasil después de casi 40 años es un golpe motivacional muy grande. Da más confianza, porque uno se da cuenta de que puedes enfrentar de igual a igual a equipos superiores", razona el base Erik Carrasco.
"Ganarle a Brasil después de casi 40 años es un golpe motivacional muy grande. Da más confianza, porque uno se da cuenta de que puedes enfrentar de igual a igual a equipos superiores", razona el base Erik Carrasco.
No obstante, el hecho de tratarse de un certamen amistoso aquietó los ánimos en el plantel.
"El Sudamericano será muy distinto, no serán partidos amistosos. No podemos confiarnos con lo que conseguimos en Valparaíso, porque los rivales serán más complicados", añade el armador de Boston College.
Algo similar piensa Daniel Allende, el adiestrador del combinado rojo. "A Brasil y Uruguay no les gusta perder, pero sabemos que ambos equipos darán más durante el torneo. Lo importante es que jugamos como queríamos hacerlo, con intensidad defensiva", destaca el bahiense, quien alabó a Patricio Briones -quien promedió 26 puntos en el Fortín Prat-, Evandro Arteaga, José Luis Campos y Erik Carrasco.
Chile enfrenta esta noche, en el Top 4 de Punta Arenas, a Argentina (21:30 horas).
Fuente: Diario El Mercurio
No hay comentarios:
Publicar un comentario