No puedo empezar esta crónica sin demostrar mi alegría por la gran cantidad de medios de comunicación presentes en el partido de ayer, estaba claro que la importancia del mismo lo requería y que ello conllevó a que, tanto prensa especializada deportiva, así como canales generalistas dieran la importancia que realmente se merece a un partido de Euroliga, aunque…espera…, alguien me sopla que estaban allí porque se jugaba a una hora intempestiva, que esa era la noticia, que si se hubiera jugado a su hora habitual no hubieran estado presente más que los habituales.
En fin, no daré vueltas al tema, me quedaré con el comentario “off line” que me hizo alguien del cuerpo técnico muy esclarecedor “a vosotros os conozco, del resto no tengo ni idea de quiénes son, lo que sí sé es que no estaba ninguno cuando volvimos de Estambul tras ser Subcampeones de Europa”.
El caso es que unos 250 espectadores se juntaron en el Cerro del Telégrafo, en un ambiente ameno y divertido en el que nos faltó la mascota y la alegría dicharachera de la cantera de Rivas pero sobre todo, con ganas de disfrutar del partido.
Méndez puso en pista a Honti de base, Kurasova y Cruz de aleros, con Nicholls y Henry de postes y lo cierto es que Aneika no pudo empezar de mejor forma el partido con un 2+1 que supuso el 3-0 en el marcador, situación que distinguió rápidamente el entrenador de Uni exigiendo a la poste que la defendía (Shegog) a marcar la línea de pase si no quería que ésta le hiciera un roto lo que deparaba una buena lucha entre ambas por ganar la posición.
A 5.22 del final del primer cuarto el marcador reflejaba un 9-4 entre dos equipos que defendían bien y Rivas intentó sacar provecho a sus exteriores gracias a los cambios automáticos de Uni en los bloqueos directos mientras las húngaras seguían confiando en el juego interior de Shegog, máxima anotadora en el primer cuarto con 4 puntos.
Kata Honti (en mi opinión una jugadora clave en este equipo) fue en ese momento la protagonista de los 3 minutos que quedaban consiguiendo 5 puntos consecutivos (triple y una de dos) que daba la primera ventaja importante de 10 puntos a Rivas (16-6) poniéndose algo nervioso Uni Györ y cometiendo el pecado de dejar correr a Rivas, con una Queralt Casas que asistía, robaba y anotaba, y así, en menos de dos minutos, 8-2 de parcial y final primer cuarto con 24-8 en el marcador, el equipo español triplicaba en puntos al equipo húngaro.
Pero en el segundo cuarto Uni Györ aprendió la lección, su objetivo era lo que hacen todos los equipos que hemos visto llegar al Cerro, bajar el ritmo y tener un balance defensivo brutal, si a eso le sumamos que Honti se iba al banquillo con un merecido descanso, Lizarazu tenía que “pegarse” con una Hurst mucho más experimentada y las postes húngaras, especialmente Kublina ponía en serios apuros a Nicholls, originaba que un triple de Hurst pusiera el marcador en un 26-16 que devolvía el parcial anterior de Rivas (2-8)
Ante dicha situación, Miguel Méndez se vio obligado a solicitar tiempo muerto viendo que la cosa no iba bien, Rivas no entraba en el ritmo cansino de Uni con un juego que apuraba al máximo la posesión y que tuvo su máximo acercamiento con un 30-28 que abría un nuevo partido.
Ante ello Méndez cambió de interiores (Kurasova y Nicholls) dando su puesto a Henry y Morrison cambiando la cosa sustancialmente, la cosa estaba clara, rebote y correr, si éste lo cogía una de las interiores, primer pase corto a exterior y correr, si era una de las de fuera no había pase, cogerlo y salir “disparada” al aro contrario.
Para intentar impedir eso, el entrenador de Uni Ákos Füzy optó por establecer una defensa zonal que pilló algo desprevenido a Rivas al principio, pero en ese momento surgió una inconmensurable Anna Cruz que con 7 puntos seguidos sin fallo ponía un 41-32 al final de la primera parte.
El tercer cuarto comenzó con el guión por ambos equipos ya establecido, Uni Györ seguía usando a Shegog que se emparejaba con Henry y si no era posible jugar esa situación, balón arriba y bloqueo directo, ahí pareció que a Rivas le afectaba tanto la hora como el juego entre las húngaras poste alto-bajo entre Shegog y Kublina poniéndose el partido, a 5.12 del final de cuarto, en un pañuelo con un 45-41.
Sin embargo, cuando los allí presentes estábamos un poco “atontolinados” por aquello de la hora (ya pasaba la una y media de la madrugada) Rivas fue el que despertó de forma definitiva y Uni Györ el que se quedó grogui, Queralt Casas empezó a demostrar su poder penetrador y dos canastas suyas “hasta la cocina” volvían a poner los 10 de ventaja, Uni volvió a probar la zona que fue rota por un triple de Anna Cruz y hay dos cosas que no faltan nunca en los partidos de Rivas, una se consumó en el tercer cuarto, el robo de Queralt a la base de turno para irse a canasta sola consiguiendo el 63-48 que dejaba finiquitado este periodo.
En el último cuarto, ya sobre las dos menos cuarto de la madrugada, Uni quiso pero no pudo, Rivas ya llevaba suficiente ventaja y estaba lo suficientemente despierto para no dejarse sorprender de nuevo, con especial mención a Vega Gimeno, la ala-pívot reboteaba en ataque, anotaba su ya clásico triple de todos los partidos (la segunda cosa que nos faltaba) para conseguir 8 puntos en este cuarto de su total de 12.
Finalmente un 2+1 de Queralt puso los 20 puntos de ventaja (73-53) y los dos equipos se limitaron a dejar pasar el tiempo con un intercambio de canastas que puso el marcador final 84-65.
Y ya, pasadas las dos de la madrugada, los allí presentes nos fuimos a casa, contentos por la victoria, algo cansadillos y con la esperanza que los medios allí presentes que copaban los puestos de prensa no sea flor de un día, aunque me temo que no será así.
Toca pensar en Ciudad de Burgos y lo malo es que, gracias a la generosidad de los dirigentes burgaleses, hay que hacerlo ya, porque la cita es mañana viernes noche, poco tiempo para recuperar pero ya se sabe, “a río revuelto, ganancia de pescadores” o eso piensa, sin duda el próximo rival de Rivas Ecópolis.
Javier Rodríguez Espinosa
vuestrobasket.com
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