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No puede caer más el básquetbol chileno masculino. Con la Dimayor fracturada, lamentables resultados a nivel de selecciones, una generación que dice adiós, el panorama es oscuro. Se acaba de iniciar un nuevo proceso, esta vez con el argentino Juan Manuel Córdoba en la banca, cuyo objetivo apunta a los Juegos Panamericanos de 2015. Es la realidad del segundo deporte más popular del país
Dos perlas que ilustran la decadencia del baloncesto nacional. La primera la relata Claudio Cárcamo, hoy entrenador de Sokol de Antofagasta, club que retornó al Campioni del Domani luego de más de una década. "Es una vergüenza que yo haya jugado hasta los 40 años en Dimayor. Y no es culpa mía que no salieran cabros que fueran capaces de quitarme el puesto. Lo mismo pasó con Mack Hilton, que jugó hasta después de los 45 y fue seleccionado chileno con más de 40. En Temuco no teníamos ni extranjero, íbamos a puro dar la hora. Así no se puede avanzar, porque la competencia no existe"
El segundo testimonio lo entrega Juan Manuel Córdoba, desde enero seleccionador de los quintetos masculinos nacionales, cuyo primer apretón fuerte será en marzo, en los Juegos Odesur de Medellín. A la Roja accede por su campaña en Deportivo Valdivia, con el que llegó sorpresivamente a la final de la Dimayor 2009, donde cayó ante Liceo Mixto. En las notables canchas de entrenamiento del Centro Olímpico cuenta lo sucedido en 2006, cuando con los sureños participó en el Campioni del Domani
"Olimpia de Venado Tuerto de Argentina fue el campeón, pero arrancó mal. Perdió con Puente Alto y nosotros. Conversando con el entrenador de ellos, le pregunto qué pasaba, porque me sorprendió. Y me dice que el equipo viene cansado, porque estaban jugando su partido 75 de la temporada. Ahí dije a la pucha, empecé a contar lo que habíamos jugado nosotros y tomando en cuenta Libsur, torneo local y no sé qué más apenas llegábamos a lo mucho a los 25. Ahí está la diferencia: en la cantidad y calidad de la competencia", reflexiona el técnico que sustituyó a Héctor Vera.
Oriundo de San Nicolás, llegó a Valdivia en 2004, como asistente de Luis Oroño. Destaca en su bitácora la campaña con el quinteto del Calle Calle el año pasado y la obtención de los Juegos de La Araucanía con la Región de Los Ríos. Un logro importante si se considera que desde que se disputa esta competencia juvenil (1991), que reúne a cinco provincias del sur argentino y las regiones del Bío-Bío a Magallanes, es la única vez que la ganó un representante nacional.
Su diagnóstico no difiere del que entrega la mayoría de sus colegas sobre el momento del básquetbol local. "Es cierto que se tocó fondo, pero esta es una gran profundidad. Hace 31 años que un seleccionado masculino no ocupa un cuarto lugar. Se viene de malos resultados y es el momento de la renovación. En Valdivia tuvimos que hacerlo por fuerza mayor, porque no había recursos para llevar jugadores y nos fue bien, pero la realidad es que no fue por convicción sino por necesidad"
El tema no es menor. La generación de cesteros que hizo la fuerza en la última década está en el ocaso. Prácticamente nunca se pudo contar con todos debido a diferencias con el entrenador de turno o bien por malas relaciones con el presidente de la federación, Miguel Herrera, en la testera desde 1996 y por que el mandato de la Ley del Deporte cumple su último periodo. Pero ojo, aunque hubieran estado todos los seleccionables en condiciones las distancias con Uruguay y Venezuela son enormes y superarlos es casi una quimera. No mencionamos a Argentina y Brasil porque ambos están en otra galaxia...
El estandarte de la última década es Patricio Briones y sus 2 metros y 10 centímetros, pero ya cumplió 37 años. Patrick Sáez (30), Percy Werth (30), Mike Elliot (29), Patricio Arroyo (35), Rodrigo Espinoza (28), Jorge Valencia (31), Marcelo Hernández (29), Nelson Méndez (31), Claus Prützmann (30), Leonel Méndez (34), por mencionar nombres habituales en las convocatorias, mantienen su vigencia interna, pero no estan en condiciones de afrontar un proyecto de largo aliento.
¿HAY RECAMBIO?
La respuesta de Juan Manuel Córdoba es positiva, aunque apunta a modificar la mentalidad. "No se es profesional por recibir dinero, es una cuestión de como encaras la vida, de actitud. A la selección no se por plata. El jugador debe entender que representar a su país es lo más importante". En la federación, el gerente técnico Eduardo Sáez sostiene que se debe trabajar con un objetivo. "Buscar resultados inmediatos es imposible, estamos iniciando este trabajo y aspiramos a clasificar a los Panaramericanos de 2015", cuenta junto a Córdoba, apuntando además a otro tema sensible: la calendarización. De esta manera, la temporada iría de agosto a mayo, tomando en consideración de que julio es el mes en que se juegan los torneos de selecciones. Si se concreta es un avance cualitativo.
Miguel Ureta, entrenador de Universidad Católica, referente del baloncesto criollo en los últimos 25 años, piensa que existe materia prima, pero que lo fundamental "es repestar alguna vez un proceso. Si tenemos paciencia, respeto y visión clara de futuro este grupo puede conseguir resultados. En 15 años no se respetó ningún proceso, ni siquiera el de Daniel Allende, que era un proyecto serio. No hubo criterios técnicos, salvo con Allende en 2004. Debemos estar preparados para lo que se viene, porque tendremos reglas nuevas, la cancha será más grande, habrá más espacio, y salvo las del CEOI y la de Sokol de Antofagasta, no tenemos más"
A diferencia de otros momentos, se aprecia una generación con interesante estatura. Destaca Osven Ledesm (19), con 2.01. Ofrece condiciones, pero suele cargarse de faltas. Ureta trabajó con él este verano y estima que esa falla debiera corregirse. El técnico de la UC resalta también Sascha Frings (22) y 2.00 metros, los hermanos Jorge (22) y Fernando (18) Schuler, de 1.99 y 1.89 metro, respectivamente.
La pasada Dimayor permitió consolidar en Valdivia, al menos para la actividad local, a un grupo de canasteros que ya pasaron por la mano de Córdoba. La gran carta es Gerardo Isla (18) con 2.01 metros. "En su primer año en la Liga respondió, pero debe seguir creciendo. Tiene ganas y le gusta el básquet", afirma el seleccionador que el 1 de marzo entregaría una primera nómina para iniciar el trabajo con miras al Sudamericano de Colombia. En ese grupo aspira a tener cinco jugadores experimentados con el fin de blindar a los novatos. El grupo de Valdivia se compone además de Guillermo Avendaño (19), 1.98 metro, José del Solar (19) y 2.01 metros. Dos nombres para tener en cuenta son Sebastián Suárez (18) y 1.90, hijo de Luis "Caco" Suárez, figura del básquetbol criollo en la década del 70, y Vjekoslav Rafaeli (19) con 1.96. El "Chapa" resalta por su manejo con ambas manos, puede jugar como ayuda base o alero, al igual que Rafaeli. A esta lista se uno con luces propias Franco Morales (17) y 1.80 metro, cuyo origen se remonta al club Ferroviarios de Talca
Axel Pickett, entrenador de Estudiantes, quinteto surgido al alero del Liceo de Aplicación, lo conoce desde sus inicios cuando reforzó a su cuadro en una Copa Pancho. Fue la figura de Liceo Mixto en el último Campioni del Domani, donde fue campeón y alterna en Dimayor. "Es un base moderno. Muchos dicen que tenemos crisis de conductores, pero quizás se acostumbraron a un tipo de jugador que ya no existe. Ya no se puede dar bote en la mitad de la cancha y pasar la pelota. El básquetbol cambió porque la defensa individual obliga a marcar en casi toda la cancha, hoy es un deporte mucho más agresivo. Lo mismo la zona, donde no se trata de pararse y ver si el lanzamiento rival cae. Franco conoce el juego, sabe qué hacer en los distintos momentos del partido, es un enorme talento", cuenta el también periodista, que además pone fichas en Nicolás Ulloa, goleador del último Domani
No abundan los nombres, pero existe un grupo para echar mano. Han sido años duros. Chile organizo los Sudamericanos de Valdivia (2001) y Puerto Montt (2008) con paupérrimas actuaciones. En el primero fue sexto entre 10 mientras que en el segundo fue último entre seis equipos. Si quiere deprimirse revise los resúmenes con los últimos torneos subcontinentales. El básquetbol está en la UCI, nadie lo duda. La Dimayor pretende mantener con respirador artificial, los clubes disidente intentan reclutar instituciones par echar a andar su Liga. ¿Vendrá el despegue? El tiempo dirá
LOS ÚLTIMOS TREINTA AÑOS
Sudamericanos Adultos
15 torneos disputados (2001 y 2008 en Chile)
Mejor ubicación: cuarto en 1979 y 1981
Peor ubicación: séptimo en 1987 y 1999
Últimos dos torneos (2006 y 2008): sexto de seis
Sudamericanos cadetes
21 torneos disputados (1999 en Chile)
Mejor ubicación: tercero en 1987
Pero ubicación: séptimo en 2003
Últimos dos torneos (2007 y 2009): sexto
Sudamericanos juveniles
14 torneos disputados (ninguno en Chile)
Mejor ubicación: quinto el 1981, 1986, 1994, 1996 y 2005
Peor ubicación: octavo en 1982 y 1988
Últimos dos torneos (2007 y 2009): sexto y séptimo
DIMAYOR, APENAS SOBREVIVIR
Después de 30 años de historia, la Dimayor, única competencia profesional en Chile, enfrentó su temporada más complicada. La grave crisis económica que vivieron los clubes gatilló la estampida. En octubre renunció Deportes Castro, antes de iniciarse los Playoffs, debido a una deuda de dos millones de pesos con la Liga. Solo dos semanas después fue el turno de Provincial Osorno. Luego de clasificar a cuartos de final se retiró de la competencia. ¿Razones? Falta de recursos para financiar el resto de la temporada y los sueldos atrasados con los jugadores.
Fue el inicio de una hecatombe. En diciembre, Universidad Católica, Universidad de Concepción, Español de Talca y Liceo Mixto de Los Andes, tricampeón el año pasado, decidieron irse de la competencia. Hoy están en proceso de formar una nueva organización. Dicen que este año será una transición, pero que en 2011 el torneo estará armado. Luis Cerda Castro, presidente de la orgánica cestera, cree que "la ley de sociedades anónimas deportiva, la crisis financiera y la ineficacia de Santa Mónica para conseguir auspiciadores para Dimayor y los clubes" ahondaron el problema, aunque relativiza el papel de la empresa de origen español que también participó en el futbol. "Tenemos que ser flexibles con Santa Mónica, ya que el año pasado no solo con el básquetbol, sino que en todos los deportes las empresas nos dieron auspicios", aclara
¿Por qué responsabiliza a la ley SAD?
"Porque estaba hecha para ayudar a los clubes de futbol a cancelar sus deudas externas en 30 años, sin embargo Dimayor no tenía deudas con nadie, y con esta ley perdió el acceso a los recursos de Chiledeportes. Nos daban 50 millones de pesos y eso nos servía de piso. Al pasar a ser una entidad profesional, con fines de lucro, no tenemos derecho a ningún peso de la Subsecretaría. Segundo, los clubes que tenían aportes de municipalidades, al transformarse en sociedades murieron. Por ejemplo Puente Alto o Ancud dependían de esas contribuciones. ¿Puedes comparar las recaudaciones del futbol con las del básquetbol? No. Se nos igualó con el futbol. Esa ley es una lápida, nos frenó todo acceso a recursos y resulta que hay clubes que vivían de eso"
¿Por qué se optó el año pasado por alargar el torneo oficial? Implicaba mayores gastos de traslado y se conocía el problema económico.
"Lo pidió Santa Mónica. Estimaban que el campeonato Centro Sur no se vendía, entonces por eso le pusimos a todo el campeonato Dimayor, pero igual no se vendió. Debemos cambiar todo el esquema del campeonato, ya no pueden jugar todos contra todos porque los gastos de traslados son los que matan a los clubes, vamos a volver a generar la competencia Centro Sur y en agosto comenzará el torneo oficial".
Cerda piensa que la Liga proseguirá. El 22 de enero se reunieron los clubes que permanecen y acordaron iniciar la competencia de manera zonal en mayo, quedando el torneo oficial para agosto. Aspiran a tener 10 o 12 quintetos. Los participantes serían Sportiva Italiana y Árabe de Valparaíso, Sagrados Corazones de Viña del Mar, Puente Alto, Boston College, Alemán de Concepción, Deportivo Valdivia, ULA de Puerto Montt, Deportes Ancud y Deportes Castro.
Por ahora los basquetbolistas están en la incertidumbre total. Nadie les ha dicho que sucederá. Como plantea Pablo Ares, entrenador que consiguió su tercer título con Liceo Mixto, "es preocupante el panorama, porque los jugadores, en su mayoría, viven de esta actividad. Es su trabajo y no saben que pasará. Hay familias, compromisos. Ojalá esto se pueda subsanar, pero al menos este año se ve difícil. Puede ser dramático"
Realista, Carlos Álvarez, técnico campeón con Colo Colo, forjado bajo el paraguas de Néstor Gutiérrez, finalista en la temporada 2008 con Boston College, aspira a un cambio, pero respetando la historia. "No se puede hacer pedazo todo. Es un mérito que con todos los problemas tengamos 30 años de Dimayor. Otros deportes no pueden decir lo mismo que nosotros, pero es fundamental hacer cambios. Por parte baja, a cualquier club, la temporada le cuesta 200 millones de pesos. Sueldos, traslados, pagar los extranjeros, suma y sigue. Debemos construir desde la nada, pero con realismo", sentencia
Por Danilo Díaz, con colaboración de Carla Ampuero
Fuente: Revista El Gráfico
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