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Colegiales consiguieron su segunda victoria en el torneo de Clausura de la Dimayor. Luego de una extensa racha de resultados negativos, Sagrados Corazones al fin pudo volver a festejar en el torneo de Clausura de la Dimayor. Y que mejor forma de volver a la senda del triunfo que ante su clásico rival, Everton, a quienes derrotaron de visita por 55 a 44 en el gimnasio Polideportivo de Viña del Mar.
Los Padres Franceses, sin embargo, no la tuvieron fácil en un comienzo.
El primer cuarto estuvo dominado levemente por los oro y cielo, que se quedaron con el parcial con una ventaja de 8 puntos (20-12).
En la segunda manga, los albirrojos supieron reponerse y dar vuelta el marcador, con un gran juego defensivo que sólo dejó anotar dos puntos a los auriazules en todo el cuarto, lo que les permitió irse al descanso con un marcador a su favor de 25 a 22.
La misma tónica se dio en la tercera manga, en la cual el dominio siguió siendo para los estudiantiles que no tuvieron mayores problemas para mantener la ventaja (40-33).
BUEN FINAL
A diferencia de otros partidos, esta vez SS.CC. no cayó en problemas de concentración en la última etapa y supieron seguir presionando al rival hasta el final, pudiendo así conseguir su segunda victoria en el certamen.
"Era muy importante ganar, especialmente un clásico, para revitalizar los ánimos y para que los chicos estén motivados e incentivados. A pesar de que no se jugó bien, lo importante era la victoria", comentó el técnico de los colegiales Marcelo Gallegos.
El estratega trasandino agregó que "arrancamos mal y después nos fuimos acomodando. Encontramos la forma de jugarle a Everton, ellos no le encontraron la vuelta a la zona y nosotros tuvimos la oportunidad de poder anotar corriendo, que era lo que habíamos planificado".
Ayer SS.CC. jugaba en San Felipe con Liceo Mixto, pero sus tres últimos partidos serán como local.
Foto de Javier Aguirre
Fuente: Diario El Mercurio de Valparaíso
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