lunes, 26 de mayo de 2014

EVANDRO ARTEAGA: LA MANO DE UN SÍMBOLO QUE HA ESCRITO PÁGINAS INOLVIDABLES

El capitán del quinteto de la UdeC cumple su decimocuarta temporada en el equipo. Para él, este deporte es una forma de vida.
Llegó a la Universidad de Concepción en 2001 proveniente del desaparecido Petrox, con la intención de convertirse en referente del equipo que siempre tuvo como objetivo integrar.
Evandro Arteaga hoy es el capitán indiscutido del Campanil, y espera, en su decimocuarta temporada con la institución, devolverla a la pelea en la parte alta de los torneos que dispute.
Basquetbolista desde los 9 años, su inicio en este deporte fue en una clínica que dictaba su padre en Talcahuano. De ahí en adelante tuvo un paso por Huachipato hasta que el año 1996, una lesión de rodilla lo dejó ocho meses fuera de competencia, entrenando sólo con su colegio, el Instituto de Humanidades.
En 1997 llegó a Petrox y cuatro años más tarde pasó a la Universidad de Concepción, elenco en el que hace una evaluación positiva de su estadía. “Uno siempre quiere ganar lo máximo, lo más que se pueda. Si nos ponemos a mirar los números, desde el 2004 que estoy entre los goleadores nacionales. Siempre pensé que podía lograr esto individualmente”, comenta.
Para Arteaga, uno de los principales logros de la UdeC es haberse mantenido por tanto tiempo peleando en la avanzada del básquetbol nacional.
“El equipo siempre ha estado peleando arriba. Desde el 2005 que jugamos la final ante la Universidad Católica nunca hemos salido de esas posiciones”, argumentó, agregando que “es importante meterse en grandes instancias y hemos sido constantes, algo que otros no han conseguido. Por ejemplo, como pasó con (Universidad) Católica el 2005, que salió campeón ese año y después quedó fuera de play off. Entonces, no sé si ha habido algún club en Chile que haya conseguido esa regularidad por tanto tiempo”.
Su meta desde niño La Universidad de Concepción es más que un club deportivo para Evandro Arteaga. Además de jugar básquetbol profesional, en la casa de estudios recibió su título de ingeniero comercial.
“La UdeC es también mi alma máter. Me recibí de ingeniero comercial aquí en la UdeC. Es un estilo de vida tanto en lo deportivo como en lo académico”, puntualiza.
Arteaga sabe que es uno de los símbolos actuales del Campanil, algo que se toma con calma y madurez. “No siento tanto el peso de ser un referente. Para mí es algo que se dio de forma natural y con el tiempo. Lo que ve la gente y el público es que predico con el ejemplo. No soy de hablar mucho, pero al momento de entrenar y jugar me entrego al máximo.
Quise lograr siempre algo importante, pero no lo he forzado”, precisa.

Forma de vida

El básquetbol es parte central de las actividades de Evandro Arteaga, tanto así, que hoy es la prioridad para el escolta de la UdeC.
“El básquetbol para mí es un estilo de vida. Para poder competir bien a nivel nacional e internacional, he tenido que ser muy disciplinado y cuidadoso. He debido recuperarme de lesiones con mucho sacrificio, como es en la vida cotidiana”, comenta.

Eso sí, hoy lo debe compatibilizar con sus funciones como ingeniero comercial en el Departamento de Finanzas de Lotería, su carrera universitaria.
“Se hace difícil coordinar con mi trabajo, pero tengo un horario bastante accesible. A futuro creo que voy a ejercer mi carrera, pero siempre voy a estar ligado al básquetbol. Si me dices ahora quédate con el traje, la corbata y la oficina en vez del básquetbol, no podría. En este momento de mi vida entre los dos, estoy escogiendo el deporte”, concluye el actual máximo referente del básquetbol de UdeC.

Diario de Concepción

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