La Selección se mostró muy superior a su rival y lo derrotó por 24 puntos: 106-82. Hoy, desde las 21, define el certamen ante Brasil.Contundente por donde se lo mire, práctico para definir situaciones e inteligente para saber cuándo acelerar y cuándo frenar. Así se mostró ayer el seleccionado argentino de básquet, que volvió a dar muestras de su categoría al imponerse ante el combinado chileno por 106-82.
Desde el comienzo quedó claro que las diferencias entre Argentina y Chile eran enormes.
El quinteto nacional pasó por encima de un débil combinado trasandino, que sumó demasiadas faltas y se mostró sin dinámica para quebrar la marcación local. El parcial 31-11 fue una clara muestra de esas diferencias. Pablo Espinoza se destacó en esta etapa con sus tiros desde afuera del perímetro. A lo largo del juego, el alero encestó 4/4 desde esa distancia.
En el segundo parcial, Argentina movió el banco y mantuvo la tranquilidad para jugar la pelota, mejorando la movilidad en ofensiva, con respecto al juego ante Uruguay. La marcación zonal que intentó imponer el conjunto del argentino Guillermo Vecchio nunca dio resultado y el equipo “rojo” se vio desbordado ante las grandes individualidades locales.
Ya con Facundo Campazzo en cancha, el equipo “albiceleste” dominó a su antojo las acciones y amplió el marcador: 56-27. Aunque en el tercer capítulo hubo una pequeña reacción de Chile, Argentina no tuvo inconvenientes para mantener la ventaja. Con Sandes y Romano bajo los tableros, los rebotes siguieron siendo para el conjunto local y allí estuvo la diferencia más importante. El 81-62 con que finalizó el período fue contundente.
Para el último capítulo, el seleccionado local hizo correr el balón, con precisión y velocidad, haciendo la transición mucho más efectiva. Con el partido definido, sólo hubo tiempo para la explosión de las tribunas con cada anotación local.
Juan Andrés Azor - jazor@losandes.com.ar


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