Volvió a nacer y nos demostró que la vida es un aprendizaje constante. Daniel Allende, figura destacada del básquet de Bahía, debió ser internado en octubre pasado por un edema pulmonar y estuvo 19 días en coma. En una charla con El Deportivo 24, programa que se emite en LA BRÚJULA 24 FM 93.1, el “Trompo” nos contó cómo superó su partido más difícil.
“De a poco me estoy recuperando. Bajé 18 kilos y después de tanto tiempo en cama perdí fuerza”, contó Allende, que no ve la hora de volver a dirigir a su equipo, Olimpo. “Estaba gordo (llegó a pesar 125 kilos), dormía mal y fumaba mucho, y todo eso explotó con el edema pulmonar. Me costaba respirar y fui a la clínica. Después de eso, no me acuerdo más nada. Fui en el momento justo”, dijo, todavía conmovido por lo que vivió. Él sabe que lo suyo fue sobre la "chicharra".
“¿Cómo es estar en coma?”, preguntó el periodista. “Es difícil de explicar. El subconsciente trabaja, por eso es muy importante que te hablen. Me di cuenta que las conversaciones que tenía a mi alrededor (familiares que lo visitaban o las mismas enfermeras) las soñaba”, respondió el “Trompo”.
“Tuve dos sueños mientras estuve en coma”, continúo Allende su emotivo relato. “Soñaba que tenía una opción: o me entregaba a la muerte o seguía luchando”, detalló.
Y despertó. Tras 19 días de batalla personal, Daniel volvió y con una anécdota fantástica: “Cuando desperté estaban mis hijos y mi señora. Recién a los dos días pude entender qué me había pasado. Al principio, deliraba. Si hasta estaba enojado con Alfredo Dagna (presidente de Olimpo) porque pensaba que era él el que ordenaba que me saquen sangre en el hospital. ¡Como estaría! (risas)”.
“Cuando te pasan estas cosas, aprendés a valorar la vida. Cuando tenía 18 años, el básquet era lo más importante para mí. Un día lo dije en una nota y el ‘Beto’ Cabrera me escuchó y me pegó un buen reto: ‘¿Qué dijiste pibe? Lo más importante es la familia’. Cuanta razón tenía”, contó Daniel Allende. Hoy va al psicólogo y a un nutricionista “porque la comida es un problema para mi, me tienta”. Ya no fuma, duerme bien, descansa. Hoy el “Trompo” Allende volvió a nacer y vive una nueva vida. Y sigue aprendiendo, claro.
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