El “Quijote” cumplió un fin de semana redondo en el aún inexpugnable Gimnasio Cendyr Sur. Ello, porque se impuso en los dos primeros duelos a Boston College en el marco por la final de la Liga Nacional de Básquetbol. Ahora la llave -la cual se disputa a un máximo de cinco duelos- se traslada al nido de las Águilas.
No fue fácil. Español debió aplicarse en un cien por ciento para imponerse a Boston College en los dos primeros duelos por la serie final -la cual se disputa a un máximo de cinco bregas- de la Liga Nacional de Básquetbol.
Los de Carlos Iglesias, en la jornada del sábado, ganaron 81-73 y anoche se volvieron a abrazar, aunque debieron sufrir hasta los últimos segundos para cerrar un estrecho placar (71-69).
Gracias a aquellas trabajadas victorias el “Quijote” se encuentra a un lance de cazar el título, corona que logró en la primera versión del certamen que tuvo lugar durante el 2010.
Precisamente en esa temporada el quinteto del río Claro venció a los bostonianos 3-1, historia que nuevamente podría repetirse, pero aún queda camino por recorrer.
FIRMES
El aún inexpugnable Gimnasio Cendyr Sur de Talca -el cual ofreció casa llena- estuvo en llamas porque anoche ambos planteles lanzaron a la cancha a su mejor contingente y, además, el trío arbitral conformado por Carlos Ramírez, Felipe Arroyo y Cristián Arancibia tuvo bastante pega durante todo el encuentro.
En todo caso sacaron adelante un juego complicado que marcó historia en la última manga. Español y Boston se trataron de tú a tú. Incluso, hubo un momento para la polémica. Cuando la visita buscaba falta para que los hispanos fueron a la línea de los suspiros el reloj siguió corriendo y aquello detonó molestia en los colegiales.
No obstante, los españoles aguantaron la ofensiva de la escuadra de Maipú, por tanto, el triunfo fue merecido porque los de Iglesias no se desesperaron cuando el plantel de Patrio Miranda se vino encima.
PASADA
Ismael Torres nuevamente, al igual que en la jornada del sábado, fue un agente importante en la ofensiva de Boston. El de origen español se matriculó con 33 positivos; mientras que el conductor Erik Carrasco cerró el juego marcando 15 de los buenos.
Ambos le complicaron -en largos pasajes- la existencia al “Quijote”. La figura de los locales fue el equipo, que supo asimilar una concepción colectiva en el tema defensivo. Todos colaboraron y corrieron la cancha en una brega que a ratos fue apasionante por los sistemas tácticos aplicados por los técnicos de cada banco.
Sin embargo, lo que queda es el resultado y el delirio de la parcialidad talquina que solamente pudo soltar los nervios con el sonido de la chicharra. Ahora, la presión la tienen los de Maipú a raíz de que no tienen margen de error.
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