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| Marcelo Jesús Eduardo Pérez Sanhueza es uno de los jugadores de proyección y la próxima temporada podría emigrar a Argentina. De no darse aquello, el canastero está dispuesto a calzarse la camiseta de Español, la misma que vistió su padre, el alero Cristián. |
Se hace camino en la cancha
Cristián Pérez fue uno de esos jugadores rápidos para desenfundar actuando por Deportivo Español de Talca y en el desaparecido Provincial Osorno. En el sur del país hizo prácticamente toda su carrera como canastero y su talento fue heredado por su hijo que se hace camino en los tableros nacionales
Marcelo Jesús Eduardo nació en Talca y por aquellas cosas de la vida volvió a sus raíces, teniendo en cuenta que su progenitor se radicó definitivamente en la ciudad donde actualmente se desempeña laboralmente en una importante empresa.
En el mes de junio pasado el conductor se enlistó en el Colegio Integrado para cursar octavo año básico y de inmediato se hizo notar en el plano deportivo y no descarta defender algún día la camiseta de los hispanos, que por tradición tiene una rica historia que ahora se encuentra en manos de Pablo Barraza y los hermanos Francisco y Samuel Bravo, quienes han prolongado un legado que dejaron sus padres.
LA MIRA
Jesús, con promedio de 6.4 en el colegio, tiene mucho que dar en los canastos y tiene clara la película. Además, gracias a sus actuaciones, desde el sur del país tiene posibilidades de emigrar al extranjero, específicamente a la República de Argentina.
“Estoy esperando una respuesta. Mi padre está haciendo las gestiones para que pueda irme el próximo año. Ojalá todo salga bien y, si no es así, me gustaría jugar en Talca. Sé que aún debo aprender muchas cosas, pero tengo confianza en mis medios”, señaló el llevador de tan sólo 13 años de edad.
En cuanto a sus virtudes, destaca que maneja los dos perfiles sin ningún tipo de problemas. Sin embargo, reconoce que “tengo que tener más tranquilidad al momento de ser presionado. Eso me lo irá dando el tiempo y los minutos que vaya teniendo en cancha”.
En todo caso, entrena todos los días junto a su padre, quien le explica los secretos de una actividad en la que cual se requiere presión y mucha concentración. “Tengo que practicar duro si quiero lograr los objetivos que me he planteado, porque me voy a encontrar con jugadores de mayor experiencia en los torneos de mi edad”, lanzó el nacido en la capital regional del Maule.
SE PUEDE
A pesar de que recién se empina en los 13 años, Jesús tiene planificado lo que hará más adelante, como buen conductor que es. “Me gustaría estudiar una carrera ligada con la salud porque deseo que sea compatible con el básquetbol. Aún es prematuro pensar en ello, pero uno tiene que estar seguro de lo que hará, porque el baloncesto no será eterno”.
Por ahora, “mi objetivo- explica- es jugar en una liga competitiva. Si es en Argentina bienvenido sea y si las cosas no resultan lo ideal sería defender a Español”, que esta temporada colocó en escena a una de sus fuerzas básicas en la Liga Nacional.
Esta es parte de la carta de presentación de un menor que ya comienza a dar que hablar como lo hicieron en su momento el internacional Pablo Barraza, Samuel y Francisco Bravo, herederos absolutos de una dinastía que brillara hace algunas épocas.
Ese testimonio ahora está en manos de un muchacho que ha defendido a varios cuadros en los certámenes nacionales federados.
Periodista: Iván González Barriga
Diario El Centro
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