jueves, 11 de noviembre de 2010

LA NUEVA VIDA DEL EX CESTERO PAULO HENRÍQUEZ


Junto a Iris, su madre (a la
izquierda), el valdiviano ha
hecho todo el proceso de
recuperación. En la foto,
inaugura las Olimpíadas del
Bicentenario. Foto: Max
Montecinos, IND

Ahora se dedica a dictar charlas motivacionales contando su historia, y no ha regresado a los gimnasios a ver básquetbol, donde le quedaron debiendo plata. Pretende estudiar psicología a partir de 2011.

Han pasado casi dos años desde ese 13 de diciembre de 2008 que le marcó la vida al ex basquetbolista de Deportivo Valdivia Paulo Henríquez. Mientras estaba con sus amigos en la playa La Misión, el entonces escolta de Deportivo Valdivia sufrió un accidente que le provocó un trauma tráqueo-medular

En ese mismo instante dejó de ser ese aguerrido jugador que destacaba por pelear los rebotes con jugadores más altos que él y empezó a pelear contra ese accidente que lo había dejado sin habla ni movilidad.

-¿Qué piensa cuando recuerda lo que pasó?
"Que ha sido extraño. Hay que asumir esta nueva condición. Me di cuenta de que estar en una silla de ruedas no me impide dejar de disfrutar la vida. También me sorprendió el apoyo que recibí, por el solo hecho de haber jugado básquetbol".

-¿Cómo va su recuperación?
"En enero regresé desde Santiago a Valdivia, y tuve la suerte de encontrarme con la doctora Romina Bartolomeo, quien es especialista en kinesiología neurológica. Ella viene desde la Teletón en Viña del Mar y me trata tres veces a la semana. Además trabajo dos jornadas con el médico cubano Máximo Ramírez, con quien hago reintegración física. Los resultados han sido buenos, ya que hablo con normalidad, tengo movilidad en los brazos, más fuerza pulmonar y puedo sentarme solo".

-¿Y a qué se dedica ahora?
"Doy charlas motivacionales que se llaman Volver a vivir . Ahí hablo del básquetbol, del accidente y de mi recuperación. Trato de demostrar que la fuerza interior puede más que cualquier dificultad. Está enfocado a los jóvenes y me ha motivado demasiado, al punto de que tengo ganas de estudiar psicología el próximo año".

-¿Y el básquetbol?
"No quiero mucho con eso. Ni siquiera he ido a ver los partidos. No me ha llamado mucho la atención. Las ligas que hay en Chile están muy malas y no me prendo aún. Sólo vi el Mundial de Turquía por la tele y miro la NBA. Nada más".

-¿Hay algo más?
"Desde que regresé, los dirigentes me han ido a ver un par de veces, pero a nivel personal, no como club. La institución tiene una deuda económica conmigo y ellos saben que existe. ¿Si me sorprende la actitud? No, de verdad que no. Uno aprende a conocer a la gente y siempre ha sido la misma historia con ellos. No me urge hablarles. Si me pagan, bien, y si no lo hacen, fue no más. Total, tengo vida para rato".

El día del accidente

"Esa historia es conocida", dice Paulo Henríquez cuando se le consulta sobre lo que recuerda del accidente de diciembre de 2008. "Ese día hacía calor, mucho calor, y fui a la playa con un amigo. Me tiré al agua y me di un golpe en la arena. Inmediatamente dimensioné que no iba a tener movilidad por mucho tiempo", indica.

El ex jugador de Deportivo Valdivia sufrió una fractura cervical y quedó sólo con una leve movilidad en los brazos, pues el resto de su cuerpo no respondió, y sólo un año después pudo hablar con normalidad.

"Aunque no puedo tomar cosas, hago ejercicios con los brazos, y cuando comparo cómo estaba y el estado en que estoy ahora, obviamente que me siento bien. Si consideramos la magnitud del accidente, los avances han sido demasiados", señala.

Por Enzo Garrido A.
Fuente: Diario El Mercurio

No hay comentarios: