miércoles, 18 de junio de 2008

COPACARRANZA VALPARAISO: CHILE SORPRENDE Y DERROTA A BRASIL

Los asistentes al Fortín Prat porteño disfrutaron de un momento feliz del baloncesto masculino adulto. Porque el hecho de que la Roja derrote a los verdeamarillos no es común, y ése es el mérito del quinteto que dirige Daniel Allende. Sin un juego brillante, pero con un accionar sólido, se las arreglaron para hacer ver mal a los canarinhos y vencerlos por 69-67 gracias a un triple de última hora de Evandro Arteaga.
Que Chile derrote a Brasil, en cualquier deporte colectivo, siempre será noticia. Por la novedad, porque se trata de una potencia. Y en eso el básquetbol no es una excepción. Por eso, seguramente, las personas que colmaron el Fortín Prat de Valparaíso en la primera fecha de la Copa Carranza de Selecciones sudamericanas tienen que haberse ido felices, aunque tal vez no se hayan enterado que –por amistoso que sea el torneo- vivieron un momento histórico en el baloncesto nacional, ya que los verdeamarillos suelen estar muy por encima de las posibilidades de los quintetos nacionales.
Sin embargo, en la helada noche del domingo, los dirigidos por Daniel Allende lograron hacerle una finta a la historia y superar a esa potencia que son los canarinhos por 69-67 (parciales de 18-16, 31-32 y 50-51). Ahora bien, para poner las cosas en su lugar: se podrá decir –y es cierto- que es el equipo más débil de Brasil en muchos, muchos años. Sin embargo, eso no es culpa de Chile, de Allende ni de sus jugadores. Es más, el mérito que tiene esta Roja es de aprovechar la oportunidad que se les presentó. La tomaron y sentaron un precedente que hace mirar con algo más de optimismo el Sudamericano de Puerto Montt.
De entrada, Chile pegó primero. Con un Patricio Briones muy activo, sobre todo en la zona pintada, y con buena visión periférica, para habilitar a compañeros solos cuando le caía la doble marca. El resto del quinteto inicial, completado por Eric Carrasco, José Luis Campos, Lino Sáez y Claus Prutzmann, rendía a la altura en ambos costados de la cancha, evidenciando algunas carencias de los visitantes.
Sólo nuestro conocido William Drudi rendía a la atura en los primeros diez minutos, aportando goles que impidieron que Chile se arrancara en las cifras.
Los problemas para los anfitriones comenzaron promediando el segundo parcial, cuando Allende le dio unos minutos de descanso a Briones.
Al no tener los brasileños que preocuparse por el poste nacional, las marcas sobre el resto se pusieron más rigurosas y, con una formación muy baja, la ofensiva roja cayó en un largo bache que los brasileños parecían capitalizar gracias al aporte goleador del escolta Diego, quien desde el banquillo vino a aportar goleo a una mediacancha canarinha que destaca, pero que contrasta notablemente con los internos (salvo Drudi, está dicho).
Esa defensa intensa llevó a que los chilenos, en el segundo parcial, sólo anotara un gol de campo. El resto llegaría desde la línea de libres.
Luego del descanso, los brasileños plantearon algunas presiones a campo entero, y una zona 2-1-2 con la que intentaron neutralizar a Briones. El objetivo lo cumplieron sólo parcialmente, pues cuando el capitán chileno trabajó cerca del vidrio, en general salió airoso. A esas alturas, además, las acumulaciones de personales comenzaba a pesar en el quinteto dirigido por Paulo Teixeira, pero gracias al aporte de los exteriores como André Luiz y Helio mantenían al frente en el marcador a los canarinhos.
Llegando al cuarto final, Brasil parecía en control del ritmo del encuentro, pero fue entonces cuando la intensidad defensiva de los chilenos empezó a pagar, sumada a la atinada conducción de Carrasco y a algunas rachas de Evandro Arteaga, llegando así al cierre del partido con reales opciones de triunfo, algo que pocos hubiesen apostado en la previa al encuentro.
Quedando una posesión en el reloj, Chile atacaba para intentar ganar, si es que embocaba un triple. Abajo por dos puntos, movió la pelota pacientemente, aplicando buenas pantallas, que llevaron el balón a la esquina derecha del ataque rojo, donde esperaba con la escopeta cargada el pequeño Arteaga, quien caló un triple restando 5,8 segundos en el reloj del partido. Además recibió la falta y el escolta cobró uno más desde la línea de libres. Así se establecía el 69-67
En la última pelota, Chile defendió con todo, generó el tiro de Helio desde la esquina izquierda para empatar el partido y forzar el alargue, pero el tiro sólo coqueteó con el cesto y, en el rebote, la pelota salió con medio segundo por delante y posesión para los chilenos.
Así, se cerró positivamente el primer lance de los nacionales en la Copa Carranza porteña, donde la Roja ahora jugará la final ante el fuerte Uruguay. Brasil, en tanto, irá por el consuelo en un clásico ante Argentina.
Síntesis del Partido:
Chile 69:
Carrasco 5, Campos 5, Sáez 9, Prutzmann 5, Briones 20- FI: Hernández 2, Arteaga 18, Méndez 2, Paris 1, Elliot 2.
DT: Daniel Allende

Brasil 67: Arthur -, Diego Da Silva 10, Andre Rodríguez 10, Drudi 15, Caio Torres 5 -FI: Helio Lima 13, Gruber 3, Stefanelli 3, Coloneze 6, Atila Pasos-, Cipolini -, Teichmann-.
DT: Paulo Texeira Sampaio



Por Pablo Vargas Zec

Para Solobasquet

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