Ignacio Sanino con la nº 11 defendió a Los Leones de Quilpue |
Ignacio Sanino aún no cumple la mayoría de edad y
ya cerró su capítulo en el deporte profesional. "Me di cuenta que no me
gustaba jugar a ese nivel", expresó el joven jugador.
Pocos basquetbolistas de cualquier liga del mundo pueden decir que decidieron retirarse de la actividad profesional con sólo 17 años, habiendo compartido con los exponentes de la NBA, siendo considerado para la selección nacional y participando de la competencia continental más relevante de la disciplina a nivel continental. Difícil es encontrar casos como ese, pero en la Región hay uno: Ignacio Sanino, la gran promesa del baloncesto de la zona deja el deporte competitivo sin siquiera haber cumplido la mayoría de edad.
Deben ser muchos los jugadores que deciden emprender en el mundo del básquetbol profesional para buscar consolidarse como deportistas de elite, pero muchas veces las condiciones no acompañan y deben decir adiós a ese sueño a temprana edad y dedicarse a estudiar o trabajar.
Pero en el caso de Ignacio Sanino las condiciones sobraban, con 16 años ya jugaba en la Ligaval por Israelita, venía siendo integrante fijo de las selecciones menores de Chile y ya había dado un gran salto en su carrera al fichar por el ascendente club Colegio Los Leones de Quilpué.
Ahí pudo debutar en la Liga Nacional y sumar una gran cantidad de minutos poco comunes para alguien de su edad. Con la confianza del entrenador de los "felinos", Claudio Jorquera, Sanino pudo demostrar sus interesantes condiciones como pívot, aprovechando su particular estatura de 2,01 metros.
Pocos basquetbolistas de cualquier liga del mundo pueden decir que decidieron retirarse de la actividad profesional con sólo 17 años, habiendo compartido con los exponentes de la NBA, siendo considerado para la selección nacional y participando de la competencia continental más relevante de la disciplina a nivel continental. Difícil es encontrar casos como ese, pero en la Región hay uno: Ignacio Sanino, la gran promesa del baloncesto de la zona deja el deporte competitivo sin siquiera haber cumplido la mayoría de edad.
Deben ser muchos los jugadores que deciden emprender en el mundo del básquetbol profesional para buscar consolidarse como deportistas de elite, pero muchas veces las condiciones no acompañan y deben decir adiós a ese sueño a temprana edad y dedicarse a estudiar o trabajar.
Pero en el caso de Ignacio Sanino las condiciones sobraban, con 16 años ya jugaba en la Ligaval por Israelita, venía siendo integrante fijo de las selecciones menores de Chile y ya había dado un gran salto en su carrera al fichar por el ascendente club Colegio Los Leones de Quilpué.
Ahí pudo debutar en la Liga Nacional y sumar una gran cantidad de minutos poco comunes para alguien de su edad. Con la confianza del entrenador de los "felinos", Claudio Jorquera, Sanino pudo demostrar sus interesantes condiciones como pívot, aprovechando su particular estatura de 2,01 metros.
"SIN FRONTERAS"
Tempranamente
el talento del joven viñamarino lo llevó a salir del país. El año
pasado participó en el Sudamericano Sub 17 en Cúcuta, Colombia, y luego
vivió una de sus más grandes experiencias, codeándose con figuras
latinas de la NBA en el tradicional evento "Básquetbol Sin Fronteras",
que se llevó a cabo en Río de Janeiro.
También
en Brasil, pero en Sao Paulo viviría su última gran experiencia fuera
del país, la Liga de las Américas con Los Leones, donde si bien los
felinos perdieron sus tres encuentros, Sanino se convirtió en el jugador
más joven del campeonato y sus condiciones llamaron la atención de
muchos.
"Son etapas que
obviamente no olvidaré, siempre las tendré como un buen recuerdo, pero
en su momento las viví y las aproveché al máximo y las disfruté lo más
que pude", dice con cierto grado de resignación el ya retirado jugador.
OTRO ESTILO DE VIDA
El
rigor del profesionalismo lo sintió desde temprano Ignacio y fue
justamente ese estilo de vida lo que detonó el temprano alejamiento del
joven que actualmente cursa cuarto medio en el colegio Patmos de Viña
del Mar.
"Me di cuenta que no
me gustaba jugar a ese nivel, sino que me gusta el básquetbol como
pasatiempo, como hobby", aclara Ignacio, quien además agrega que
"tomando en cuenta que en el colegio estaba con muchos vacíos en
diversas materias, y como quiero dar una buena PSU y llegar con una
buena base a la universidad lo mejor era retirarme".
De
hecho, posee la convicción de estudiar una carrera del área de la salud
y desempeñarse profesionalmente en dicho ámbito por sobre la opción del
deporte. "No quería hacer ese mi estilo de vida, ser tan dependiente
del básquetbol a nivel profesional, quiero estudiar una carrera, ser un
buen profesional y tomar ese rumbo para mi futuro", admite el joven que
el próximo 12 de septiembre cumplirá la mayoría de edad.
La
decisión de Ignacio ha recibido apoyos y lamentos en los círculos donde
se desenvuelve. En su familia Sanino cuenta que "reaccionaron bien, no
hubo ningún problema, me hicieron reflexionar harto sobre el tema y así
lo hice".
APOYOS Y LAMENTOS
En
el caso del Club Los Leones, el pívot expresa que "con ellos no me fui
mal, lo conversamos y no hubo ningún problema. Obviamente a ellos no les
gustó la decisión, pero no hubo ningún inconveniente".
Sanino
agrega que su entrenador en el elenco de Quilpué, Claudio Jorquera,
"estaba como desconcertado cuando le dije, porque esto no estaba en sus
planes para este año y le cambia todo su esquema".
Sobre
la selección nacional, a la que fue convocado hace un mes, sostiene que
"hablé con gente que estaba relacionada con la selección, mandé un
correo a la Federación, pero aún no he podido hablar con el técnico
Manuel Córdova".
Para lo que
viene a mediano plazo, Sanino plantea que "complementaré mis estudios
con el deporte, ya que sólo me retiré del básquetbol más competitivo", y
ante la pregunta de si volverá algún día al nivel profesional, Ignacio
responde con tranquilidad que "puede ser una opción, pero eso lo veré
más adelante".
fuente: EL MERCURIO DE VALPARAÍSO
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