Cinco derrotas consecutivas, tres de ellas en casa, dejan a las pacenses fuera de los playofss que se va a jugar en su pabellónNo es fácil de entender. Hay razones. Lesiones inoportunas, una plantilla de calidad pero muy corta o la ansiedad de tener que clasificarse para una fase de ascenso que se juega en tu pabellón. Pero ninguna explica cómo el Proffasa Badajoz ha pasado, en poco más de un mes, de ser el equipo dominador del Grupo A de la Liga Femenina 2 a perder cinco partidos consecutivos, tres de ellos en casa. El pinchazo era posible y se ha consumado de la manera más amarga, ante tu propia afición. Todavía queda la remota opción de los triples empates imposibles en la última jornada para luchar por el ascenso, pero son tan rocambolescos que nadie laos contempla.
A priori, el Caja Rural no era el mejor rival para jugarse la llave de los playoffs. Ellos también dependía del partido de ayer para conseguirla. Pero había que intentarlo, y durante la primera parte se consiguió. Las zamoranas acostumbran a anotar más de 80 puntos por encuentro, por eso Fernando Méndez planteó un partido en el marcador no se disparará. En los dos primeros cuartos lo consiguió. Al descanso se llegó con un prometedor 27-22.
Pero en el tercero y el cuarto, el Caja Rural volvió por sus fueros, anotó 20 y 22, y el Proffasa volvió a flaquear en sus porcentajes. Mala combinación. Nereida Ramírez, pese a estar lesionada y de jugar más que entrena, volvió a ser la mejor de las extremeñas con 23 puntos. Pero en la faceta anotadora sólo la acompañaron Aragonese y Muxiri.
«Hemos fallado a nuestra afición», se lamentaba ayer Fernando Méndez, que prefiere esperar a que se enfríe la derrota antes de buscar culpables. Seguramente, hay tantos que es mejor no perder mucho tiempo en señalarlos, pero el propio Méndez apunta bien cuando dice eso de que «esta competición es una carrera de fondo, no de velocidad».
hoy.es
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