Valdiviano. Gerardo Isla en su nueva realidad, habla de su adaptación al medio cestero colegial, donde el primer entrenamiento es a las seis de la mañana.
Gerardo Isla Domke tiene claro que lo suyo es un desafío mayor y está dispuesto a jugársela "hasta donde pueda llegar". Hoy como flamante miembro del equipo de los NEO en la competencia de la NJCAA1 (National Junior College Athletic Association), el basquetbolista se apresta a sumar experiencia en el exigente básquetbol colegial de los Estados Unidos.
Desde Miami (no confundir con la del mismo nombre, en estado de Florida), en Oklahima, "Papita" recuerda la posibilidad de irse al país del norte la tenía pensada hace mucho tiempo y a fines del año pasado, a travpes del entrenador Manuel Córdoba, hizo contactos con un técnico de Oklahoma.
Tuvo que ponerse a estudiar inglés para rendir el "toefl test" y a fines de julio pasado completó los trámites necesarios, sumado a su recuperación de una lesión, "lo que agradezco al CD UdeConce, por el trato y la rehabilitación que pude realizar", señala.
De ahí, el viaje, para llegar a Oklahoma el 19 de Agosto, comenzar las clases y entrenamientos el 22 del mismo mes.
Gerardo Isla estudia para Physical Therapist y juega en el Northeastern Oklahoma A&M College (NEO), que es un community college integrante de la NJCAA1, que se creó con la idea de nutrir de jugadores a la liga NCAA (donde se encuentran las grandes universidades), en todas las disciplinas deportivas.
NUEVA REALIDAD
¿QUé cuentas de tu nuevo equipo?
- El año pasado llegó a las finales de la conferencia y no pudo clasificar al campeonato nacional de NJCAA1. La idea de este año es ir pr ese objetivo y para eso llevamos más de un mes entrenando el tema físico, lanzamientos individuales y fundamentos, puesto que las prácticas oficiales o de equipo comienzan en octubre.
¿En qué parte del trabajo pre competitivo están?
- Esta parte de la temporada es la más dura. En la semana entrenamos a las 6 AM y después a las tres de la tarde, en u clima bastante raro. A veces 40° y otros días 10°. Con cinco horas diarias de entrenamiento y las clases, a veces es agotador. Pero hay que mantenerse concentrado en lo que uno quiere, aunque a veces el cansancio te quiera hacer bajar los brazos.
¿Cómo ha sido tu adaptación al medio?
- En un principio ha sido difícil, porque hay bastantes cosas que son diferentes a ls que uno ve y vive diariamente en su casa, universidad y clubes de básquetbol. Me estoy acostumbrando a un país muy diferente, donde el ritmo de vida es distinto y se extraña las sobremesas o largas conversaciones con amigos/as, familia, polola, las personas que uno más quiere, porque el día pasa muy rápido y hay que hacer bastantes cosas.
¿Qué sabes del campeonato?
- La competencia comienza el 4 de noviembre, con tres partidos semanales y se extiende hasta marzo, donde se inician los playo-offs de la temporada. En cuanto a las reglas, se juegan dos tiempos de 20 minutos, con 35 segundos de posesión del balón, lo que claramente será algo a lo que tendré que acostumbrarme.
En este nuevo desafío ¿cuales son tus expectativas?
- Como siempre lo he pensado, hay que ir paso a paso, aunque sea difícil tratar de mantener la calma y no ponerse ansioso si todo no resulta de un momento a otro. La competencia es dura. Somos 15 compañeros y todos con posibilidades de jugar. Además de progresar como jugador en lo técnico, físico y entender el juego, para poder representar de la mejor forma a mi país, que es algo que tengo pendiente y siempre me motiva para exigirme y poder ser un real aporte en una selección nacional. Y este es el paso previo a la NCAA, la competencia universitaria.
¿Algún sentimiento especial al estar lejos de casa?
- Si. Quiero enviar un saludo muy especial para la familia de mi amigo Marco Escobar (Q.E.P.D.), con quien compartí muchas conversaciones sobre el básquet nacional e internacional. Fue muy importante en mis inicios y en cualquier momento en que le pedí ayuda, siempre estuvo, así que a la distancia saludos a Sandra (su novia) y a sus familiares.
Asi es la nueva vida de Gerardo "Papita" Isla, el joven de 20 años que se formó en las divisiones menores del Deportivo Valdivia y que luego de su paso por la Universidad de Concepción y la selección nacional, hoy forja su destino en Estados Unidos.
Un muchacho que no olvida a su Valdivia y menos al club de sus orígenes: "Quiero decirles a los amantes del básquetbol, que acompañen a su equipo".
Y que espera regresar algún día junto al Calle Calle para vestir nuevamente la camiseta del CDV en la "Catedral" del básquetbol chileno.
Juan Carlos Hernández
Fuente: Diario Austral de Los Ríos
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