Hace exactamente un año, la selección chilena de básquetbol se aprestaba a jugar los octavos de final del Mundial Femenino Sub 18 en Arena Puerto Montt. La historia dirá que el equipo nacional ocupó el lugar 12° y que no conoció de victorias.
Los recuerdos de este acontecimiento deportivo aún perduran en la retina de quienes presenciaron este evento cestero.
Según comenta el técnico de la selección femenina de la Escuela Árabe Siria, Juan Carlos Aguilar, en lo medular, el legado de este mundial poco y nada nos dejó en lo deportivo. "Si lo vemos como un torneo competitivo, se demostró que fue un evento ficticio para nuestra realidad en la zona. Aparte de la ancuditana Fernanda Mansilla, no tuvimos presencia de jugadoras de la región", aseveró.
Las críticas apuntan para Aguilar a que en el cesto femenino de selecciones no hay cabida para chicas que juegan en esta competencia. "Desde Temuco hacia arriba y del sur, sólo en Chiloé se aprecia un desarrollo deportivo entre las damas. Estamos muy bajos en cuanto a competencias y mostramos diferencia con las regiones vecinas", aseguró.
ORGANIZACIÓN
Para el profesor Aguilar, en la parte deportiva, quienes más ganaron fueron los puertovarinos, puesto que lograron remodelar el Coliseo Municipal y se quedaron un marcador electrónico.
Por su parte, para la presidenta de la Liga Femenina de Básquetbol, María Elena Gallegos, la realización del mundial significó un acierto en lo organizativo, por cuanto "nos entregó una noción de cómo desarrollar torneos y cuánto somos capaces de operar en el tema logístico para un evento de estas características", aseveró la dirigente.
Sin embargo, como organización cestera, María Elena Gallegos planteó que el principal elemento a destacar fueron las mejoras, pero mínimas, del gimnasio municipal. "Quedamos con un marcador electrónico único en el sur de Chile y la motivación de saber que con pocos recursos logramos participar de manera directa en el éxito deportivo del campeonato", aseguró.
La dirigenta afirmó que como Lifeba fue motivo de orgullo que nos tomaran en cuenta como un aporte en esta cadena de elementos que rodearon el torneo.
Por otro lado, el jefe de deportes del municipio de Puerto Varas, Javier Billiard, el mundial será recordado como un hito en la historia deportiva para la comuna.
"Rescato la experiencia que significó organizar este mundial con los encuentros que se disputaron en nuestro reducto, que terminaron por enriquecernos como comuna amante de este deporte", puntualizó.
Pero, a su juicio, el gran legado que obtuvieron de ser la subsede fue en la parte infraestructura, dado que la comuna lacustre se vio beneficiada por una completa remodelación del reducto. "Logramos el concurso de dos tableros electrónicos de última generación y las conocidas "jirafas" que pocos recintos en Chile tienen la posibilidad de contar, además de otros arreglos que le cambiaron la cara al gimnasio puertovarino, gracias al aporte financiero del Gobierno Regional", precisó Billiard.
VENDER IMAGEN
Y desde la perspectiva turística, el mundial también dejó muy conforme a la autoridad puertovarina. "Los hoteles y los centros gastronómicos de la ciudad tuvieron un importante flujo de visitantes extranjeros, especialmente, lo que permitió que en Puerto Varas el evento ayudara a romper la estacionalidad", indicó.
Sobre el mismo punto, opinó el dirigente de la Cámara de Comercio de Puerto Montt, Julio Aguilar.
"Uno de los aspectos favorables que dejó el certamen para la ciudad es que nos mostró al mundo, faceta que no es muy conocida y desde el punto de vista organizativo, consideramos haber dejado una buena imagen entre las autoridades nacionales e internacionales que estuvieron detrás de este campeonato. La ciudad tiene su encanto, los turistas se llevaron una buena impresión del paisajes y de los servicios que ofreció la zona, en general", recalcó Aguilar.
Diario El Llanquihue
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