jueves, 26 de julio de 2012

VALPARAISO: SE APAGÓ LA VIDA DE LA MÁXIMA LEYENDA DEL BÁSQUETBOL PORTEÑO

Para decirlo de manera simple, era ídolo de ídolos. Los máximos exponentes del básquetbol porteño lo tenían como referente, a tal punto que figuras como Francisco "Kiko" Valenzuela, Jorge "Polilla" Santana y José Luis "Pipa" Verdejo declaraban sin avergonzarse que "si nos comparan con él, nosotros no somos nada". El merecedor de tantos elogios es Hernán Raffo Abarca, quien falleció a los 83 años de edad en su parcela ubicada en Quebrada Escobar, Villa Alemana.

Quienes lo vieron en cancha dicen que no sólo es el mejor jugador de la historia de los cestos de Valparaíso, sino también el mejor de Chile. Jugó en mundiales y panamericanos, y su presencia en tres Juegos Olímpicos lo eleva también a una categoría de honor dentro del deporte nacional. Estuvo en Londres 1948, Helsinki 52 y Melbourne 56, siendo uno de los chilenos con más participaciones olímpicas (el récord es de Gert Weil con cuatro, aunque ahora lo igualarán Erika Olivera, Paris Inostroza y Berta Rodríguez).

"SEÑOR PUNTERÍA"

En el Panamericano de Buenos Aires de 1951 fue elegido el jugador del torneo y bautizado como "Señor Puntería", apodo que reflejaba una de sus principales virtudes. "También le decían "Mano Bendita"... de 10 tiros acertaba 11", exagera "Pipa" Verdejo para graficar la calidad de Raffo.

"Alcancé a verlo jugar aunque yo era muy chico. Pero como mi papá era presidente de New Crusaders me llevaba a los entrenamientos y a los partidos, así que tuve una cercanía bastante grande con él", señala el actual entrenador del club del cerro Alegre.

Verdejo cuenta que hablar de Raffo "es hablar de la primera leyenda del básquetbol de Valparaíso. Él fue un ejemplo para todos nosotros".

Su visión es refrendada por Eduardo Haye, presidente de la Asociación de Básquetbol de Valparaíso. "Es el máximo crack del Puerto y yo diría que también de Chile", señala, destacando también que a lo largo de su corta carrera (se retiró cerca de los 30 años de edad) sólo defendió los colores del New Crusaders, equipo con el que consiguió los títulos de las temporadas 1950, 1955 y 1958, torneos en los que además fue goleador. "Antes era así, los basquetbolistas empezaban en un club y no se movían de ahí", rememora el dirigente.

José Guerra, presidente honorario del "New", explica que la familia de Raffo vivía en el cerro Alegre "y él iba todos los días a "pichanguear" a la cancha. Muy joven pasó a integrar el plantel de honor, donde se mantuvo por cerca de 15 años".

SIEMPRE ALEGRE

Sus virtudes deportivas no es lo único que recuerdan quienes lo conocieron. Además destacó por ser un tipo alegre, humilde y muy simpático, siempre dispuesto a bromear incluso en sus últimos meses de vida, cuando el desenlace fatal era inminente. "Era un tipo de un gran corazón", dice Haye, mientras Verdejo lo califica como "un muy buen hombre de quien tengo los mejores recuerdos".

José Guerra mantuvo un contacto cercano con Raffo en los últimos años y cuenta que "seguía siendo bueno para la talla". "En febrero fuimos a verlo con una periodista para hacerle una nota por la revista del club. Cuando lo estaban maquillando para las fotografías, me dijo "déjame solo acá con la niña, anda a darte una vuelta". Nunca perdió ese sentido del humor".

El presidente del New Crusaders confidencia que el "Señor Puntería" tenía la idea de construir una cancha de básquetbol en su parcela. "Siempre decía "voy a poner dos arcos para pichanguear con los amigos de antes". Su familia se reía porque ya no estaba en edad para jugar, pero a él le gustaba "tandear" harto y decía que invitaran solamente a gente del "New", que él no recibía a jugadores de otros clubes".

VIDA DE COMERCIANTE

Si su carrera como basquetbolista fue corta se debe a que el mundo de los negocios lo atrajo rápidamente. "Después de su retiro se desligó un poco, se dedicó por entero al comercio", explica Verdejo.

"Siempre tuvo visión para los negocios, por eso se retiró temprano, cerca de los 30 años de edad", agrega Guerra. Su éxito laboral le permitió pasar de ser propietario de una parcela a tener varias más en el sector de Quebrada Escobar, las que posteriormente repartió entre su descendencia.

"Tenía un molino en sus tierras desde donde traía harina para venderla en un local de avenida Pedro Montt. Fue una figura destacada del comercio porteño", acota Eduardo Haye.

Misa en parroquia de Peñablanca

Los restos de Hernán Raffo están siendo velados desde ayer en la parroquia La Asunción de Peñablanca, donde hoy a mediodía se realizará su misa fúnebre.
Posteriormente, será trasladado al cementerio Parque del Mar de Concón. Según se informó, su deseo era ser cremado para que sus cenizas sean esparcidas en su parcela de Quebrada Escobar. También se anunció que se guardará un minuto de silencio en los partidos que juegue New Crusaders este sábado en el Fortín Prat.

Diario El Mercurio de Valparaiso

No hay comentarios: